La boxeadora con hiyab que lucha por la libertad religiosa en Alemania

La boxeadora con hiyab que lucha por la libertad religiosa en Alemania

La boxeadora berlinesa Zeina Nassar defiende en unos días su título de campeona de Alemania en la categoría de peso ligero. Nassar anda muy concentrada en los entrenamientos, pero al final de la jornada saca tiempo para explicar cómo ha llegado a convertirse en uno de los rostros más prominentes del deporte de su país.

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Monday 29 de Jul.

Prueba de ello es que ahora su cara aparezca con el de otras figuras relevantes salidas de la sociedad alemana y movilizadas en la última campaña de la Fundación de Alemania para la Integración, una institución apadrinada por la canciller Angela Merkel. “Mi Alemania. Vivo aquí por un buen motivo”, es el mensaje de la campaña. Con ella se celebra el 70º aniversario que cumple este año la Constitución germana. En esa campaña, el rostro de Nassar aparece bajo el cuarto artículo de la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania, el que reconoce “la libertad de creencia, de conciencia y de confesión”.

Nassar es musulmana y lleva hiyab. A la hora de boxear, sobre el cuadrilátero, ella compite con ese pañuelo. Pero poder pelear así no ha sido cosa fácil.

En su haber, Nasser cuenta con 19 victorias y sólo cuatro derrotas. En ese cómputo de combates no figuran otros dos triunfos que probablemente han marcado más la carrera de esta joven de 20 años. Son victorias contra las reglas que impedían competir con hiyab. En 2013, las reivindicaciones de Nasser para que la dejaran boxear con esa prenda trajeron consigo que la Federación de Boxeo de Alemania (DBV, por sus siglas alemanas) cambiara las reglas, autorizando la competición a las púgiles que desearan llevar sobre el ring la adaptación deportiva del típico pañuelo de las mujeres musulmanas. A principios de año, la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), cambiaba sus reglas para autorizar el combate con hiyab a boxeadoras como Nasser.

“Para mí todo esto significa que para todas las mujeres del mundo ahora sólo cuentan los logros deportivos”, comenta Nasser. Ella sabe que hay muchas mujeres beneficiadas por esa batalla tan suya que ha sido la de llevar el hiyab sobre los cuadriláteros. No es casualidad que en su campaña de patrocinio a Nasser, la firma estadounidense de ropa deportiva Nike empleara la imagen de esta joven con el mensaje Don't change for the rules. Change the rules. Es decir, “no cambies por las reglas. Cambia las reglas”.

Nasser ha estado en primera línea reivindicando el poder combatir con hiyab. “Merece la pena creer en los sueños que uno tiene y luchar por sus objetivos”, dice Nasser. En esto mismo anda concentrada esta joven boxeadora de origen libanés. “Quiero ser de nuevo campeona de Alemania y poder viajar a los Juegos Olímpicos”, afirma, aludiendo a la próxima cita olímpica, la de Tokio-2020.

Pese a ser la vigente campeona en su categoría, no va a tener fácil alcanzar esos objetivos. Recientemente tenía que hacer una pausa de dos semanas en su entrenamiento para recuperarse de una operación en el menisco. “He tenido que estar dos semanas de pausa. Es una tortura no poder entrenar”, lamenta.

Llevar el hiyab en el ring, “Una decisión personal”

Según Nasser, boxear con hiyab “es una decisión personal”. No es una decisión que parezca jugar a su favor. Ella ha llegado a decir en otras entrevistas que boxear así puede ser una “desventaja”. “He visto más cosas [sobre el ring, ndlr.], pero eso es cosa mía”, decía Nasser al respecto al semanario Die Zeit en una entrevista publicada el pasado mes de marzo. Ahora, en pleno verano, la boxeadora reconoce: “sudo mucho con mi ropa”.

Nasser está habituada a compaginar el boxeo con estudios de sociología y pedagogía en la Universidad de Potsdam. Además, su pasión por el teatro la ha llevado a participar en una conocida representación del Teatro Maxim Gorki, uno de los referentes berlineses de la escena de la interpretación. “Es agotador. Durante mucho tiempo lo he compaginado todo”, asegura una Nassar que reconoce ahora estar “más centrada en el boxeo”. Aún así, ella ve vida más allá de la competición. Tras colgar los guantes, ella quiere, entre otras cosas, “fundar una familia” y “escribir un libro”.

Ahora, en su día a día, en el club deportivo TSC de Berlín, Nasser está a las órdenes del entrenador de boxeo Kay Huste, en su día campeón de Europa en peso ligero. A Nasser la acompañan otros dos preparadores, uno para el trabajo atlético y otro para la coordinación. Entre los “modelos deportivos” que dice seguir Nasser se encuentran la tenista estadounidense Serena Williams y la futbolista internacional Sara Däbritz, también alemana.

Casi no podía ser de otra manera: su boxeador favorito es Mohamed Ali. Sin embargo, Nasser ha encontrado inspiración en otros muchos “atletas que han rendido por encima de lo común”. Con el fútbol, Nasser tiene una relación especial. En Kreuzkölln, su barrio, un área berlinesa situada en la fronteras de los multiculturales distritos de Neukölln y Friedrichshain-Kreuzberg, a Nasser la llamaban “Zeina Ronaldinho” cuando jugaba al fútbol.

“En mi barrio aprendí a jugar al fútbol, al baloncesto y también a boxear”, asegura Nasser. “También aprendí a ponerme metas. Rápido me di cuenta de que uno las puede alcanzar si está motivado y hace todo para lograr esos objetivos”, abunda.

La cara de la libertad de credo en Alemania

Con estas ideas en mente, Nasser se acabaría convirtiendo en una estrella del boxeo. Pero Zeina Nasser es más que una estrella. Es de esos deportistas que representan mucho más. La última campaña de la Fundación de Alemania para la Integración, en la que su cara aparece para encarnar el artículo cuatro de la Constitución, da buena cuenta de ello.

“Me estoy dando cuenta de que mi responsabilidad está creciendo. Pienso que puedo llegar a mucha gente. Por eso sigo queriendo compartir mis experiencias en las redes sociales”, apunta quien estos días pone cara a la libertad de credo en Alemania. Sólo en Instagram Nasser presenta números de auténtica influencer. Tiene 80.000 seguidores.

Nasser prefiere no hablar ahora de “islamofobia” o de “intolerancia” en Alemania. Pero lo cierto es que, después de haber logrado que se respete su deseo de competir con hiyab, a Nasser puede que le esperen otros asaltos donde lo que está en juego es la integridad de una la sociedad multicultural como la alemana. Porque si bien ella dice que en su entorno no ve “manifestaciones de intolerancia”, no deja de ser cierto que a Nasser, en sus primeros años en el boxeo, se le han gritado cosas como “¡Vete a tu país!”.

La entrada en el Parlamento alemán tras las elecciones de 2017 del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), una formación abiertamente islamófoba, da representación pública a formas de intolerancia que Nasser ha tenido que escuchar en las gradas durante sus combates. En AfD mantienen, por ejemplo, “que el Islam no pertenece a Alemania”. Sin embargo, en Alemania se estima que viven cerca de cinco millones de musulmanes. Zaina Nasser es uno de ellos.

“Todavía hay alguna gente que no entiende que soy campeona de Alemania”, decía Nasser a principios de año al diario berlinés Der Tagesspiegel. Para explicarlo de nuevo a quienes no quieren entender que la mejor boxeadora de peso ligero de Alemania es musulmana, qué mejor que revalidar el título en el Campeonato de Alemania de boxeo. La cita comienza este martes 30 de julio.

Ain


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