El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aconsejó al ministro de Educación, Abraham Weintraub, que impusiera el Programa Nacional de Escuelas Cívico-Militares, con el que buscará abrir 216 centros de enseñanza militarizados para el 2022.
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"Las familias sienten más seguridad en dejar a sus hijos en las escuelas (militarizadas), el ambiente es más seguro y la camaradería entre compañeros es mejor, soy fan de este modelo", declaró el mandatario brasileño, quien subrayó que "no hay que preguntarle al padre irresponsable en ese tema si él quiere o no una escuela con cierta militarización. Eso se tiene que imponer".
Por su parte, Weintraub afirmó que "si el presidente lo dijo, la palabra del presidente es la más importante del Ejecutivo".
Se informa que las nuevas escuelas tendrán como tutores militares retirados, agentes de policía y bomberos, además de profesores civiles. Está previsto que un total de 54 escuelas de todas las regiones del país, sean incluidas este año en el programa piloto.
El 3 de septiembre, el presidente brasileño también ordenó prohibir la ideología de género —que incluye la igualdad de género y la libertad de elegir— en la enseñanza básica, cumpliendo así una de sus promesas electorales.
En julio pasado, el Ministerio de Educación de Brasil informó que pretendía abrir 108 escuelas cívico-militares antes de 2023, con el objetivo de mejorar los resultados del Índice de Desarrollo de la Educación Básica (Indeb). Según datos del Gobierno, en las escuelas públicas militarizadas la nota media es de 6,99 frente al 4,94 que tienen las escuelas públicas.