El comandante de las Fuerzas de Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general Qasem Soleimani, ha abordado este martes verdades no contadas sobre la guerra de los 33 días contra El Líbano, iniciada por el régimen de Israel el 12 de julio de 2006.

“El régimen sionista no entiende en absoluto la diplomacia. Su lenguaje es el de la fuerza y no entiende otro lenguaje sino el del poder que se le enfrenta”, explica el renombrado comandante iraní en una entrevista concedida al portal web de la Oficina de Preservación y Publicación de las Obras del Líder de la Revolución Islámica.

Con estas palabras, Soleimani también recuerda la promesa incumplida por Israel como uno de los factores que posibilitó su agresión al país árabe.

El régimen de Tel Aviv y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), tras una serie de negociaciones indirectas, acordaron en 2004 realizar un intercambio de prisioneros, pero Israel no liberó a tres de ellos. En respuesta, el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, prometió que capturaría a algunos militares israelíes.

Conforme a las declaraciones del general Soleimani, después de que Israel incumpliera la palabra dada, Hezbolá decidió emplear el único lenguaje que entiende dicho régimen, es decir, el de la fuerza, y en la operación llamada “Al-Waad al sadeq” (Promesa Fiel) hizo prisioneros a dos soldados israelíes.

El pueblo libanés —ya musulmanes, ya cristianos, ya drusos— solo contaba para su protección con Hezbolá, según el comandante iraní. De hecho, Hezbolá es la principal fuente de defensa de la nación libanesa ante las agresiones del régimen “brutal” de Israel.

Por otro lado, Soleimani ha destacado la debilidad de Israel y de su ejército pese a su retórica belicista contra otras naciones. A su juicio, dicho ejército, por muchas fragatas que tenga, retrocederá del todo del campo de batalla si tiene que hacer frente a uno, dos o tres misiles.

En este sentido, el general iraní ha calificado de “gran victoria” el hecho de que Israel se vio obligado a aceptar todas las condiciones de Hezbolá para poner fin a la guerra de los 33 días, en la que el movimiento libanés le infligió duros reveses.

Hezbolá, según Soleimani, puso fin a los ataques israelíes a El Líbano y les quitó de la cabeza la idea de perpetrar cualquier tipo de agresión contra dicho territorio.

Actualmente, transcurridos 13 años de la victoria de Hezbolá sobre las fuerzas sionistas, es más fuerte que nunca, al punto de que Israel sabe bien que luchar contra este movimiento puede significar el fin del sionismo.

Fuente: Hispantv