Un sabio materialista que negaba lo sobrenatural fue junto al Imam Sâdiq (la paz sea con él), para plantearle algunas cuestiones. Una de las preguntas que le hizo fue la siguiente.
¿Cómo adora la gente a Dios, si no lo han visto?
Imam Sâdiq (A.S) : Lo ven en su corazón, con la luz de la fe y los intelectos despiertos confirman Su existencia como si lo vieran con los ojos. Aparte de que cuando los ojos observan el orden minucioso y exacto del universo, Lo están viendo. Además, todos los profetas y los milagros que, como pruebas de su carácter profético, trajeron los mensajes y libros celestiales llenos de un profundo contenido, declaran Su existencia y son pruebas fehacientes de ella. Para los hombres sabios, es suficiente con ver las pruebas de la existencia divina, no necesitan verlo directamente para afirmar Su existencia.
¿No podría Dios mostrarse a la gente para que ésta Lo viese y escuchase y, de esa manera, Lo adorasen con absoluta certeza y seguridad?
Imam Sâdiq (A.S) : Eso es imposible en sí mismo.
¿Cómo se demuestra que Dios ha enviado profetas y mensajeros?
Imam Sâdiq (A.S) : Antes de responder, he de hacer algunas premisas: