Los hechos ocurridos en Oriente Medio en los últimos años muestran que a un suceso le sigue otro mucho más intenso que el primero, así se desprende de un análisis.
Un artículo publicado este sábado en el diario árabe Raialyoum ha revelado los vínculos entre los acontecimientos, incluidos disturbios y caos, acaecidos en el oeste de Asia, en especial, las recientes manifestaciones en Irak y El Líbano.
La publicación ha puesto como ejemplo la celebración en septiembre de 2012 en Catar de una conferencia sobre las llamadas revoluciones árabes y los desafíos de la transición democrática y la reconstrucción del gobierno. La mayoría de los invitados fueron líderes extremistas que habían desempeñado un rol relevante en los conflictos armados de Siria y de Libia, entre otros. La cadena catarí de noticias Al Jazeera transmitió durante dos días los discursos del evento.
El informe también se ha referido a la llamada “revolución del cedro” registrada en El Líbano, cuando el 14 de febrero de 2005, el entonces primer ministro Rafiq Hariri fue asesinado en un atentado con un coche bomba cerca del Hotel Saint George en Beirut, la capital libanesa.
Después de este incidente, los líderes de la Alianza 14 de Marzo acusaron al Gobierno de Siria del atentado debido a su poder militar extenso y su presencia en El Líbano. No obstante, Siria y algunos partidos libaneses atribuyeron el atentado a Israel ya que este régimen busca desestabilizar el país.
Las protestas en aquel tiempo en El Líbano reclamaban la inmediata retirada de sus 14 000 soldados sirios y terminaron logrando su objetivo. De modo que esa retirada allanó el camino al régimen de Tel Aviv para aumentar su poder y presión contra el Gobierno libanés.
La publicación también se ha referido directamente a las últimas protestas antigubernamentales en Irak y El Líbano y ha preguntado: ¿Por qué han coincidido las protestas en Irak y El Líbano? . Conforme a Raialyoum, para acabar con la causa palestina y emplear el llamado acuerdo del siglo.
EE.UU. presenta el citado acuerdo como una iniciativa de paz; sin embargo, filtraciones ponen de relieve que podrá fin a la lucha palestina por recuperar sus territorios. De hecho, niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos expulsados tras la formación del régimen israelí, entre otras medidas prosionistas, mientras que ni siquiera contempla que haya un Estado palestino separado y soberano.
Desde un principio, los palestinos y la mayoría de la población árabe y musulmana de Oriente Medio rechazaron este plan estadounidense, destacando que en realidad busca finiquitar la causa palestina y normalizar apartheid israelí.