Un reciente informe del diario estadounidense The Washington Post señala como preocupación que representantes de muchos medios occidentales estén participando en un evento especialmente organizado para mostrar a Arabia Saudita como una sociedad abierta. 

Los participantes incluyeron reporteros y editores de The Guardian, Le Figaro y Frankfurter que estaban en la lista de oradores.

La nota también refiere el boicot del evento por parte de Christophe Deloire, director ejecutivo de Reporteros sin Fronteras, quien previamente visitó Arabia Saudita y se reunió con funcionarios y discutió con ellos una variedad de temas, incluido el asesinato de Jamal Khashoggi, pero en ausencia de tomar medidas positivas, tomó su decisión de no participar en el foro.

Según el medio estadounidense, Arabia Saudita está pasando a la siguiente fase de una campaña masiva de relaciones públicas destinada a rebautizar una de las sociedades más represivas del mundo como un refugio para la libertad de expresión.

El reino está invirtiendo enormes cantidades de tiempo y dinero en esfuerzos para encubrir su terrible historial sobre libertad de prensa. Los guardianes de los derechos humanos no están convencidos. Si se produjeran reformas genuinas, sería un avance muy bien acogido. En realidad, la represión de la sociedad civil y de las voces independientes es más feroz que nunca.

Mohammed Fahad al-Harthi, presidente del Foro de Medios de Comunicación de Arabia Saudita, en una declaración realizada antes del evento, dijo: “Este evento nos da la oportunidad de crear una plataforma en la que profesionales de todo el mundo puedan expresar libremente sus opiniones sobre temas relacionados con la industria de los medios de comunicación".

Advierte The Washington Post que ese es exactamente el tipo de promesa adornada, pero vacía que se ha convertido en un sello distintivo de los esfuerzos del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman por convencer al mundo de que él gobierna un país normal en lugar del siniestro y represivo estado que la mayoría conoce.

Lo que es desconcertante, aclara el medio norteamericano, es que los representantes de varios de los principales medios de comunicación occidentales aceptaron participar en un evento que está claramente diseñado para presentar a Arabia Saudita como una sociedad abierta. 

“Todos los periodistas occidentales que participaron en el evento de Riad esta semana tenían el "deber", dice Deloire, de expresar claramente su preocupación por la situación de los periodistas en Arabia Saudita, que es uno de los peores países del mundo para la prensa”. Por esa razón, no puedes considerar esto como un foro normal de los medios, subraya.

En opinión del influyente diario, miembros de la comunidad de la “libertad de prensa” tienen una opinión similar.

Fuente: Al Mayadeen