El Senado de EEUU aprobó una resolución que reconoce el genocidio del pueblo armenio, perpetrado por el Imperio otomano entre 1915 y 1923. La decisión unánime de los senadores llega a pesar de la oposición del presidente estadounidense, Donald Trump, y las advertencias de Turquía de que este paso agravaría las relaciones entre los aliados.
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La Resolución del Senado N150, que expresa la disposición de EEUU de reconocer oficialmente el genocidio armenio, fue presentada por el senador Robert Menendez el 9 de abril de 2019. A diferencia de la Cámara de Representantes, en la Cámara Alta del Congreso cada uno de los 100 senadores puede bloquear la iniciativa para someter el tema a votación. No obstante, el documento fue aprobado con total unanimidad.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Zohrab Mnatsakanyan, agradeció a los senadores por tomar lo que llamó un "paso decisivo hacia la justicia y la verdad".
"[El reconocimiento] es un homenaje a la memoria de las víctimas y su dignidad. Gracias a los senadores Robert Menendez, Ted Cruise y todos los miembros del Senado de EEUU", compartió el diplomático en su cuenta de Facebook.
Por su parte, el director de comunicaciones del presidente turco, Fahrettin Altun, señaló en Twitter que "las resoluciones no aportarán nada bueno a las relaciones entre Turquía y EEUU".
"Como hemos señalado anteriormente, esperamos que nuestros hermanos armenios se levanten y prevenir que el Congreso estadounidense destruya cualquier intento de reconciliar nuestras diferencias a través de canales científicos y académicos", afirmó Altun.
"La resolución pasará en la historia como acciones irresponsables e irracionales de ciertos miembros del Congreso dirigidas en contra de Turquía. Asumirán la responsabilidad por causar un daño duradero a las relaciones de los dos países", tuiteó el director de comunicaciones de la presidencia de Turquía, Iletisim Baskani.
El genocidio fue una sistemática eliminación de alrededor de 1,5 millones de armenios a principios del siglo XX. Históricamente, Turquía ha presionado a la comunidad internacional para evitar que se reconozca esa tragedia como genocidio.
No obstante, cada vez más países se unen al reconocimiento.
Uruguay se convirtió en el primer Estado en reconocer y condenar oficialmente la matanza el 20 de abril de 1965, cuando la Asamblea del Senado y la Cámara de Representantes de Uruguay aprobaron la ley En el Día del Recuerdo de las Víctimas del Genocidio Armenio. Hasta el día de hoy, alrededor de 30 países de todo el mundo han reconocido la masacre de armenios como un genocidio, entre ellos Argentina, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Chile y Brasil, así como cuatro regiones autónomas de España: Navarra, Cataluña, País Vasco e Islas Baleares.