Un informe del inspector general del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), publicado el martes, reveló que los funcionarios de la llamada “coalición”, que lidera Washington contra el grupo terrorista ISIS (Daesh, en árabe) “no mantenían listas exhaustivas de todo el equipo comprado y recibido” para equipar a los aliados sirios en los años fiscales 2017 y 2018 debido a la falta de un depósito central.

De hecho, la auditoría del Departamento de Defensa descubrió que los estándares laxos en cuanto a responsabilidad del equipo dejaron “miles” de armas y otros equipos bélicos “a merced de pérdidas o robos”.

Además, el equipo militar no siempre estaba debidamente asegurado o almacenado, denunció el informe.

La auditoría no se pronunció sobre la posibilidad de que estas armas hubieran caído en manos de los grupos terroristas; sin embargo, sugirió que la falta de una contabilidad clara hace imposible determinar qué equipo, si alguno, pudo haber terminado donde no pertenece.
 

Desde el inicio de la crisis siria en 2011, EE.UU. empezó a enviar armas a la oposición siria, que luchaba contra el Gobierno del presidente, Bashar al-Asad, pero que luego salió a luz que eran terroristas.

Varios informes revelan que los armamentos estadounidenses están en poder de las bandas terroristas como Daesh y Al-Qaeda.

El Gobierno sirio, en varias ocasiones ha condenado el apoyo de EE.UU. y del régimen de Israel a las actividades ‘terroristas’ en su territorio, incluido el envío de armas a las milicias kurdo-sirias de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que operan contra Damasco.

Fuente: HispanTv