Las manifestaciones en contra de la ley de ciudadanía que no incluye a los musulmanes del país (14% de la población, lo que representa unos 200 millones de habitantes), dejaron 38 muertos en India.
El pasado mes de diciembre en la India se aprobó una nueva ley de ciudadanía que permite a inmigrantes irregulares de Afganistán, Pakistán y Bangladesh poder solicitar asilo en la India, siempre y cuando hayan entrado en el país antes del 2015 y no sean de religión musulmana.
Desde ese momento la tensión fue en constante ascenso en toda la India, especialmente en Nueva Delhi, el foco principal de las protestas en el país en donde ya 38 personas fueron asesinadas y se registraron más 200 heridos en los últimos tres días de violencia tras los enfrentamientos entre nacionalistas y musulmanes, de acuerdo con The Guardian, citado por el portal, Ismorbo.
Los manifestantes critican este plan del gobierno para reducir el número de musulmanes del país mediante la combinación de dicha ley con el anunciado Registro Nacional de Ciudadanía (NRC), que obliga a que los ciudadanos acrediten residir en la India por generaciones. Vale la pena destacar que las protestas se desarrollaron mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encontraba de visita en el país.