El presidente de EE.UU., Donald Trump —que propone cada vez más la hidroxicloroquina como posible tratamiento para el coronavirus— tiene un “pequeño interés financiero personal” en Sanofi, un laboratorio francés, aunque se trata de una inversión muy pequeña para un multimillonario como Trump.

Sanofi produce Plaquenil, la marca registrada de la hidroxicloroquina, según The New York Times; la droga se usa para tratar la artritis reumatoide, el lupus y la malaria.

Los tres fideicomisos familiares de Trump poseen inversiones en un fondo común de inversión de Dodge & Cox cuya mayor participación es en Sanofi, según el Times.

Forbes estima el valor de la tenencia de Trump en Sanofi en menos de US$ 3.000. También según estimativas de Forbes, la fortuna total de Trump asciende a US$ 2.100 millones. 

El multimillonario Ken Fisher, un importante contribuyente a las campañas del Partido Republicano (incluyendo las de Trump), es uno de los principales accionistas de Sanofi, y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, manejaba un fondo que invirtió en Sanofi, informó el Times.

“Sanofi no es representa una participación importante para Fisher Investments ni para Ken Fisher a título personal”, declaró en un comunicado Fisher Investments. La empresa agregó que “la compañía representa menos de 0,8% de la cartera de Fisher Investments, que es dueña de menos del 0,7% de Sanofi”.

En estas últimas semanas, mientras el coronavirus se propagaba por todo EE.UU., Trump aconsejó usar hidroxicloroquina, pero su efectividad contra la COVID-19 no fue demostrada de manera contundente por los estudios científicos.

La hidroxicloroquina, según una nota publicada en el Washington Post el lunes, tiene graves efectos colaterales, entre ellos el riesgo de arritmia. En algunos de los pacientes más graves, la COVID-19 infecta el corazón.

Un portavoz de Sanofi declaró al Times que la empresa ya no vende ni distribuye Plaquenil en EE.UU., pero sí en el mercado internacional.

“¿Qué tenemos para perder?” preguntó Trump durante una conferencia de prensa que dio el domingo, y agregó que como la gente está muriendo de COVID-19, “no tenemos tiempo para decir: “Eh, tomémonos un par de años para probar si funciona”.

El domingo, Trump declaró que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso de hidroxicloroquina. Pero la FDA no aprobó ninguna droga para tratar la COVID-19, según CNN. La agencia sí aprobó la realización de pruebas con hidroxicloroquina y cloroquina para ver si sirven como tratamiento contra el coronavirus el 19 de marzo de 2020. Desde entonces, el Gobierno federal de EE.UU. acumuló una reserva de millones de píldoras.

La organización francesa que había publicado un estudio positivo sobre la hidroxicloroquina citado por los aliados de Trump se retractó el viernes y afirmó que el estudio no satisfacía sus “estándares esperados”.

Cuando le preguntaron directamente a Anthony Fauci, el máximo experto en enfermedades infecciosas del Gobierno, acerca de la efectividad de la hidroxicloroquina el domingo, Trump interrumpió al periodista y dijo que ya se habían hecho suficientes preguntas al respecto.

Por Lisette Voytko para Forbes.