Es obvio que cuando el Profeta Muhammad dictó las aleyas del Corán, sus escribas designados las anotaban. Sin embargo, ¿Cuándo fue compilado completamente el Corán en la forma como lo conocemos hoy?
Hay tres opiniones acerca de la compilación del Corán:
La mayoría de los eruditos Shiitas —especialmente los contemporáneos— aceptan la primera opinión. Algunos eruditos Shiitas han tomado la segunda postura. Sin embargo, muchos eruditos sunnitas han aceptado el tercer punto de vista; los orientalistas también han aceptado esta opinión y añaden que el Corán escrito por Imam ‘Ali ibn Abi Talib (a.s.) fue ignorado virtualmente por los compañeros.
Obviamente, tomando como base las dos primeras opiniones, la compilación del Corán, su división en surahs (capítulos) y el orden dentro y entre éstas puede atribuirse a la voluntad divina. En particular, basados en la aleya que dice: “Y no habla conforme a su deseo, sino que es una inspiración que se le revela” (53:3-4). Todo lo que el Profeta decía (particularmente lo que se tenía que ver directamente con los temas religiosos) era inspirado divinamente. Además, el Imam ‘Ali (a.s.), aunque no era un profeta, tenía el rango de Imam, y logró ser la continuación de la misión profética, poseyendo los dones de infalibilidad profética y el conocimiento divino. Por lo tanto, cualquier compilación llevada a cabo por el Profeta o por Imam ‘Ali tenía que ser necesariamente guiada divinamente.
Aquellos que apoyan la tercera opinión no pueden defender lógicamente cualquier afirmación de que la división del Corán en surahs (capítulos), o que el orden en el que están organizadas fue inspirado divinamente. De hecho, la tercera opinión, en esencia, rechaza cualquier intervención Divina en estos asuntos; atribuyendo la organización y división de las surahs al juicio personal de los compañeros del Profeta (PB).