Ramadán es el noveno mes del calendario lunar. Los meses lunares se determinan conforme con cada rotación de la luna en torno a la Tierra. Ramadán es un mes único en el islam y se considera como el mes de la fiesta de Dios. Ante todo, la importancia de este mes es por el descenso del Sagrado Corán desde lo más alto de los cielos a la casa frecuentada por los ángeles “la Kaba”. Después de eso, el Sagrado Corán descendió  gradualmente por Gabriel al profeta Muhammad (P) durante 23 años. En otras palabras, en este mes Dios regaló el Corán al ser humano.

En el islam, este mes ha sido nombrado como el mes de la fiesta de Dios; esto es debido a que Dios como un anfitrión que recibe a sus invitados y los respeta, les recompensa más que otros meses a sus sirvientes por sus rezos y su obediencia, les perdona sus pecados, les bendice la vida y al final, la gente abandona este mes teniendo un gran capital por sus buenas cualidades, la pureza del alma y la voluntad fuerte.

En realidad, ramadán es como un curso educativo que ayuda a las personas en obedecer a Dios hasta el próximo año.

Pero, esta fiesta espiritual está acompañada con algún tipo de ascetismo físico llamado “ayuno”. El ayuno abarca abstenerse parcialmente de comer y beber,  entre otros tipos de abstinencia que debe realizar durante este periodo. Porque en este mes el ser humano se resiste a los placeres materiales. De hecho, como practicar un deporte que fortalece los músculos y el corazón y anima al cuerpo y la mente, el ayuno también es un deporte espiritual que estimula el alma y fortalece las fuerzas internas y la voluntad del humano. Este fortalecimiento de la voluntad causa que el verdadero creyente pueda dominar la concupiscencia y esto en el islam se llama la abstinencia y el temor a Dios, lo que en el Sagrado Corán se ha mencionado como el principal objetivo del ayuno.

El ayuno también aumenta la sensación de modestia en el ser humano y además ayuda en comprender la situación verdadera de los que viven en hambruna y la gente pobre, el ayuno motiva y enseña a ayudar a los más necesitados, descubre su debilidad e inhabilidad, de esta manera nos recuerda la Resurrección.

Dicha práctica no sólo se realiza en las religiones abrahámicas, sino que existe esta práctica en las religiones politeístas para fortalecer la voluntad y dominar las fuerzas espirituales.

Es cierto que en las diferentes religiones, la forma de realizar el ayuno es diferente del islam, pero todas incluyen algún tipo de pasar hambre, ascetismo físico y renuncia de complacer los deseos.

A diferencia de algunas religiones, en las que el ayuno es obligatorio en diferentes ocasiones, la práctica del ayuno en el islam se realiza durante treinta días seguidos y en un mes determinado; pero, su duración varia en distintos años según la hora del amanecer y el ocaso.

En el islam la pubertad o la edad de hacer prácticas religiosas, comienza a los ۹ años en las niñas y a los ۱۵ en los niños. De hecho, después de Salat o el rezo, el ayuno es uno de los deberes más importantes de un musulmán.

En el islam, el ayuno abarca la abstinencia de  beber y comer durante el día. Los musulmanes durante el ayuno se alejan de lo más mínimo pecado.

Pero, las normas de ayunar, no son muy restrictivas; si ayunar dañe al cuerpo o si se tiene alguna dificultad insoportable por estar enfermo o en el caso de los mayores de edad, el ayuno no es obligatorio.

En el islam además del ayuno del mes de ramadán, se recomienda ayunar en los días que el ayuno no es obligatorio como los días de fiesta y los días sagrados, en los que se celebra el aniversario de los eventos felices. Esto se  debe a la cosmovisión evolucionada del islam, respecto a otras religiones.

Vale decir que el ayuno conduce a un mayor crecimiento espiritual y la purificación interna cuando esté acompañado por el arrepentimiento y tener la intención de renunciar a los pecados y a la desobediencia a Dios y evitar oprimir a sus sirvientes.

La sinceridad, también es una de las condiciones importantes para realizar el ayuno correcto. Es decir, uno solo ayuna por Dios. Esto es algo importante en todas las religiones divinas. Jesús critica el ayuno de los fariseos y dice: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos cambian sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” (Mateo 6:16-18).

Además de las ventajas espirituales, el ayuno ayuda a la salud del cuerpo. Muchos investigadores han estudiado sobre el efecto del ayuno en la salud y han demostrado con resultados que hacer el ayuno puede ser efectivo para prevenir y mejorar las enfermedades del aparato digestivo, el sistema cardiovascular, la diabetes, las enfermedades articulares, la obesidad e incluso la depresión. De igual manera, el ayuno beneficia la salud de la mente y aumenta su poder.

Entre otras particularidades del mes de ramadán, nos podemos referir a la Noche del Decreto. En esta noche descendió el Sagrado Corán y como se ha mencionado en el Corán, la Noche del Decreto es mejor que mil noches. Es decir; dedicar la Noche del Decreto a rezar tiene una recompensa muy valiosa y las oraciones de los sirvientes en esta noche serán aceptadas.

Todo esto es debido a la grandeza del Sagrado Corán y la grandeza de la bendición que Dios ha dado al ser humano mediante el descenso del Corán y la designación de Muhammad (P) como el sello de los profetas. Tan así es que el mes de ramadán se considera como la primavera del Corán y el Profeta (P) y los Inmaculados Imames (P) han recomendado recitarlo y reflexionar profundamente en ello durante este mes.

Es cierto que el Corán es como un pacto entre Dios y los creyentes, así como un recuerdo que siempre debe ser recitado y conmemorado, pero en este mes es un momento de autoconstrucción, en el cual debemos pasar más tiempo estudiándolo y fortaleciendo nuestra vida con el Sagrado Corán.

Otra particularidad muy importante de esta noche es que durante la Noche del Decreto, Dios decide el destino del próximo año de los creyentes. En esta noche se determina los eventos buenos o malos que van a suceder durante el año venidero para cada persona. Por lo tanto, rezar y orar en esta noche puede ser efectivo en mejorar el destino que se está escribiendo.

En el mes de ramadán, la recompensa de todas las acción se multiplica y ha sido recomendado que los musulmanes se les inviten a comer. También se ha recomendado mucho alimentar y atender a los necesitados durante este mes.

Por fin, en el mes de ramadán, quien se acerca a Dios mediante el rezo, el ayuno, la oración, no pecar y no dañar a los demás, al final de este mes bendito será perdonado y purificado como un niño recién nacido sin haber cometido ningún pecado.

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