Ramadán, reflexión y experiencia de un ayunante

Ramadán, reflexión y experiencia de un ayunante

El ayuno del mes bendito de Ramadán es uno de los actos de adoración más importante que tiene el creyente con Dios, en él se viven experiencias extraordinarias a nivel espiritual, físico, social y comunitario para aquellas personas que lo practican.

Annur TV
Monday 11 de May.

Ramadán es el noveno mes del calendario islámico dedicado al ayuno, cada día durante este mes desde el amanecer hasta el atardecer los musulmanes de todo el mundo se abstienen de comer, beber, fumar y participar en todas las formas de actividades malévolas o excesivas.

El ayuno tiene como objetivo disciplinar al creyente en el camino espiritual, la humildad y la paciencia, es un tiempo para limpiar el alma, centrar la atención en Dios y practicar con mayor concentración nuestros actos.

El ramadán es un mes para que los musulmanes ayunen para conseguir la complacencia de Dios y participar en mayor grado en la oración y las prácticas religiosas como un proceso de enriquecimiento y fortalecimiento para el resto del año. El ayuno no es simplemente una de las tantas practicas del islam, es obligatorio y es una de las principales formas de adoración, la restricción de las necesidades físicas de los alimentos, el agua y poner freno a las intenciones y los antojos que son perjudiciales para nuestras vidas se consideran un acto de cumplimiento y obediencia a Dios para una expiación de los pecados, fallos y errores.

Durante el ramadán los musulmanes piden perdón por los pecados del pasado y rezan por la dirección y la asistencia en abstención de los problemas cotidianos y declaran sus esfuerzos para purificarse at revés del auto control y los grandes actos de fe.

El recorrido del ayuno comienza con el suhur la comida previa al amanecer, un creyente se despierta física y espiritualmente mientras el sueño se encuentra en su nivel más profundo para experimentar un momento divino con el Todopoderoso, se recomienda que todos los que participan en el ramadán coman y beban durante este tiempo en lugar de saltarse el suhur, cada bocado es un acto de obediencia, sumisión  y amor a Dios; después del suhur, está el Adhan la llamada a la oración que también se produce antes del amanecer como el mandato divino que  llega a la mesa de un creyente , esto significa que uno debe dejar de comer por respeto al señor de la noche y sus órdenes, después de la comida del suhur los creyentes rezan la oración del alba que es similar a la alimentación espiritual, el cumplimiento y la participación divina.

Se debe tener en cuenta que un creyente que ayuna comenzará a sentir hambre y sed al mediodía, este sentimiento se hace más intenso según el día avanza, el hambre y la sed abren las puertas de la contemplación profunda, mientras el creyente se da cuenta de sus bendiciones.

El creyente ve todo a su alrededor de manera diferente durante el mes de ramadán, el propósito de ramadán es ayudar a eliminar el velo de la negligencia de nuestros ojos para ver las necesidades de los demás, nuestra propia dependencia de la misericordia de Dios y valorar y apreciar las bendiciones en nuestras vidas.

La hora se acerca cada vez más a la puesta del sol con el fortalecimiento de hambre y sed y las familias comienzan la preparación del iftar: la comida que rompe el ayuno, la mesa del iftar se comparte con amigos y miembros de la familia cinco o diez minutos antes de la llamada de la oración, este es el momento en que un creyente siente más el ayuno del ramadán. Sobre la mesa del iftar podemos encontrar todo tipos de alimentos e infusiones, los creyentes ven la comida y la contemplan pero siguen sin tocarla, esperando una orden, sabiendo que el dueño de esas bendiciones aun no permite que coman o beban, sienten profundamente que Dios es el verdadero dueño de lo que realmente poseen, sólo con su permiso pueden tocar la comida  a pesar de sus deseos, este es el momento de la obediencia y la sumisión activa, con la llamada a la oración viene la orden y el permiso para romper el ayuno.

Con esta simple disposición los creyentes reflexionan en lo que realmente pasa a su alrededor, entendiendo lo que realmente la gente necesitada siente. 

De este modo, el islam nos muestra una vez más su profunda preocupación por la gente pobre y su dedicación al tema del hambre y la sed que padece un sector de la humanidad. Se nos dice a los musulmanes que nuestro ayuno no se completa sin este Zakat, sin la entrega de una cantidad de comida a los hermanos pobres de nuestra comunidad o la gente pobre en la zona en donde vivamos. Se nos hace tener conciencia de la situación de los pobres de la zona en donde vivimos para que nos ocupemos de ellos el resto del año en la medida de nuestras posibilidades.

Se trata también de una prueba para nosotros, para ver cómo nos comportamos con respecto a la gente necesitada y qué hacemos con la situación existente en nuestras cercanías.

Una reflexión muy importante en un momento muy especial, cuando venimos de ayunar todo un mes abocándonos a la devoción y al recuerdo de Dios. 

Ezequiel Hussein Díaz

SegundoPaso


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