El Ayuno y la Paciencia

El Ayuno y la Paciencia

“Dios Todopoderoso, puso obligatorio el ayuno solo a sus profetas y no a sus comunidades. Luego esta comunidad ha sido elevada con el ayuno en ese mes e hizo obligatorio que tanto el Mensajero de Dios como su Ummah (Comunidad Islámica) ayunaran”.

Annur TV
Tuesday 19 de May.

Cuando hablamos de la relación entre los conceptos de “ayuno” y “paciencia”, nos enfrentamos a dos preguntas básicas:

1. ¿Cómo se puede soportar las dificultades del ayuno?

2. ¿Qué efecto tiene el ayuno en el aumento de la paciencia en el ser humano?

Antes de responder la primera pregunta, señalaremos la dificultad de estar en ayunas. El ayuno es uno de los mandamientos divinos, que, como otros deberes religiosos, está asociado con la dificultad y la obligación, porque, como sugiere el nombre es un “deber”, y generalmente las instrucciones y los deberes están relacionados con cosas que al alma y al espíritu humano no le gusta hacer; Por el contrario, lo que no se debe hacer, complace al alma y le gusta. Está claro que es difícil hacer cosas desagradables y dejar cosas agradables.

Comer, beber y tener relaciones sexuales con la pareja son las cosas más licitas que una persona en ayuno no debe hacer durante el día. Estas son las necesidades naturales de cada ser humano y es difícil evitarlas. Quizás es por eso que el ayuno es tan difícil que se usa como una expiación para ciertos pecados, como romper un juramento o un asesinato involuntario.

Curiosamente, lo que se dice sobre el nombramiento del mes de Ramadán también indica esta dificultad. Se dice que los árabes llamaron a este mes “Ramadán” por el calor del hambre y su amargura, ya que fue llamado “insoportable” y la dificultad del ayuno los hacía sufrir. Por lo tanto, no hay duda de que el ayuno es difícil y doloroso.

Respuesta a la primera pregunta

Para facilitar estas dificultades y estar más resistentes a estos dolores, se sugieren varias soluciones, entre ellas las soluciones que se pueden entender con precesión en las aleyas 183 al 187 del Sura Al-Baqara (La Vaca). No es suficiente conocer estas estrategias solo; lo que convierte la amargura de ayunar a un acto lleno de dulzura y nos facilita hacerlo es creer lo que se dice y luego actuar en consecuencia.

1. Comparar Con las Situaciones Más Difíciles

La imaginación de tener hambre y sed durante algunas horas, a veces acompañada de un clima caluroso, así como otras limitaciones del ayuno, a veces nos dificulta soportarlo. Para resolver este problema, se debe reducir la dificultad del ayuno actual comparándolo con las situaciones más difíciles del ayuno.

Si viven en un área con un clima templado, consideren  aquellas personas  quienes tienen que soportar el hambre y la sed en el calor, así como la duración entre el amanecer y el Iftar (Ruptura del Ayuno) comparen siempre sus situaciones con áreas diferentes y con días más largos. Ver a personas que acaban de llegar a la edad de la pubertad y se convierten en adultos y que deben cumplir  los rituales religiosos y tienen que ayunar con las mismas extremidades pequeñas, así como personas en ayunas que tienen un cuerpo más débil que nosotros, todo ello nos hace más fácil soportar las dificultades del ayuno. Imaginen por un segundo que el acto simple de hablar podría romper tu ayuno como beber y comer, o en vez de ayunar para un mes deberíamos ayunar para unos meses del año. Si piensan de esta manera y siempre comparan su situación con situaciones más difíciles, apreciarán mejor las dificultades existentes.

¿Sabían que, en el primer año que se estableció la ley del ayuno, la prohibición de comer y beber, y las relaciones sexuales con la pareja no eran solo para durante los días, y las personas en ayunas no tenían permiso de comer cuando se despertaban después de Iftar, y no les permitieron tener relaciones sexuales con sus esposas durante las noches y los días de Ramadán? Pero Dios, consciente de nuestra debilidad, nos dio un descuento y consideró que este deber era solo por días. ¡Si no fuera por este descuento, las dificultades del ayuno se duplicarían!

2. Presten Atención a la Coordinación del Ayuno Con la Capacidad Humana

El Dios Todo poderoso que ha hecho obligatorio el ayuno para nosotros, sin duda alguna nos da la capacidad de soportar y fortalecernos ante las dificultades. Él es “Sabio” y nunca ordena más de lo que podemos manejar, por lo que no hace que el ayuno sea obligatorio para los enfermos y los débiles que no pueden enfrentar la dificultad, y hasta cuando están enfermos e incapaces parcialmente, no les obliga que ayunen. A veces pensamos en cómo nuestros cuerpos pueden soportar toda esta hambre y sed, esta sensación de debilidad nos dificulta ayunar, mientras que, si las personas que deben ayunar no podrían hacerlo, el ayuno nunca sería obligatorio para ellas.

3. Presten Atención a la Universalidad del Ayuno

Si nosotros los musulmanes sentimos que somos los únicos que tenemos que soportar el sufrimiento de ser privados de alimentos y bebidas, será más difícil soportar este sufrimiento, pero es necesario prestar atención al hecho de que el ayuno no es solo para los musulmanes y el ayuno existía para los seguidores de las religiones preislámicas.

4. Tiempo de Ayuno Limitado

Algunas personas, antes de la llegada de Ramadán, se imaginan la dificultad del ayuno de tal manera que parecen tener que soportar el hambre y la sed por el resto de sus días. Y esto les causará ansiedad y presión psicológica. Para deshacerse de esta tensión, es necesario prestar atención al hecho de que el tiempo del ayuno se limita a un mes, que terminará pronto. Según la aleya 184 del sura Al-Baqara: “Son unos días determinados”, esta aleya es también para eliminar esta falsa imagen magnificada, que se forma a partir del número de días ilimitados e innumerables en la mente.

5. Presten Atención a la Recompensa del Ayuno Y al Tormento de Dejarlo

Hacer algo sin pago es más difícil que recibir el pago. El sufrimiento es estresante y doloroso. Las personas en ayunas generalmente saben que el hambre y la sed extrema y el fracaso no están exentos de recompensas, pero el problema es que lo ignoran o no están seguros. Por lo tanto, prestar atención a las recompensas que el Dios Todopoderoso ha prometido a los ayunantes y aumentar la confianza en esta promesa facilitará la dificultad del ayuno. Para hacer esto, es suficiente leer las aleyas del Corán y los dichos de los líderes religiosos al respecto. Creemos en que lo que los Imames (P) han dicho es de Dios Todopoderoso, y no tenemos dudas de que Dios cumplirá su promesa.

Más que esperar una recompensa por el ayuno, es el miedo al tormento de dejar el ayuno lo que hace que la dificultad sea aún más soportable. Toda persona sabia prefiere la dificultad del hambre y la sed del ayuno a la dificultad del tormento del Día de la Resurrección. La amenaza de Dios, como su promesa, es cierta, por lo tanto, en la aleya 187 de Al-Baqara, el ayuno y sus reglas se consideran “límites divinos” que no deben ser violados, y en otras aleyas Dios ha amenazado a los pecadores y agresores de los límites divinos con fuego eterno y tormento humillante.

6. Dios Nos Quiere lo Mejor

Quizás la forma más importante de aceptar las dificultades del ayuno y cualquier otra dificultad en la vida es cambiar nuestra actitud de ver las dificultades como lo mejor para nosotros. Con una visión materialista y superficial al ayuno, lo vemos como nada más que hambre, sed y privación, que debemos soportar sin razón ni compulsión. El criterio en este punto de vista es solo el cuerpo, y porque el ayuno lo hace molesto, se considera algo desagradable. Como un niño que odia las medicinas amargas. Si entendiera que su salud y salvación estaban en el uso de la misma medicina desagradable, la aceptaría de todo corazón. Cuando observamos el ayuno desde un punto de vista espiritual y esotérico, encontramos que es una bendición en la que existen muchas cosas buenas para nuestro cuerpo y alma.

Para tener esa visión, es necesario, por un lado, prestar atención a los muchos beneficios que están presentes en el ayuno. Los beneficios físicos para nuestro cuerpo que los médicos lo han confirmado, y una parte importante son los efectos espirituales del ayuno, que se mencionan en respuesta a la segunda pregunta. Por otro lado, necesitamos fortalecer la creencia de que el “Dios Sabio” sabe mejor lo que es bueno y lo que es malo. Es “Sabio” y sin duda ha considerado nuestra bondad y conveniencia en el ayuno. La intención de “Dios Justo” de hacer que el ayuno sea obligatorio nunca es molestar a sus siervos, pero Él quiere nuestro consuelo. Él ha puesto en el ayuno nuestro crecimiento, desarrollo y orientación y ante todo la forma de alcanzar a la cima de la piedad mediante lo que es el autocontrol.

El que considera el ayuno como una bendición divina no está disgustado a recibir una bendición, sino que está agradecido con Dios Todopoderoso por hacerlo digno de esta bendición. En una narración del Imam Sadiq (la Paz sea con él) la especialidad de esta bendición del ayuno de Ramadán se declara de la siguiente manera: “Dios Todopoderoso, puso obligatorio el ayuno solo a sus profetas y no a sus comunidades. Luego esta comunidad ha sido elevada con el ayuno en ese mes e hizo obligatorio que tanto el Mensajero de Dios como su Ummah (Comunidad Islámica) ayunaran”.

Segundopaso


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