La caravana con combustible robado ingresó a la provincia de Al-Anbar, situada en el oeste de Irak, cruzando el paso fronterizo de Al-Walid, detalló el informe publicado el jueves.

La mayoría de los campos petroleros sirios se concentran en la provincia de Deir Ezzor, en el este, cerca de la frontera iraquí, donde las fuerzas estadounidenses han establecido varias instalaciones militares.

Aunque Washington anunció el retiro de sus tropas del norte de Siria en octubre de 2019, no tardó en afirmar que retendría cerca de 500 soldados para resguardar las instalaciones petroleras con ayuda de sus aliados kurdos, las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

Las fuerzas estadounidenses y las FDS controlan actualmente la mayor parte de los pozos petroleros ubicados en el noreste de Siria y a lo largo del río Éufrates (este).

Los militares estadounidenses están implicados de manera directa o indirecta en el contrabando del crudo sirio, según informaciones proporcionadas por medios de comunicación locales.

A pesar del rotundo rechazo del Gobierno sirio a la ilegal presencia de EE.UU. en su país, Washington ha estado reforzando en los últimos meses su presencia militar en el este y noreste de Siria bajo el pretexto de “proteger” supuestamente los pozos de petróleo.

Siria denuncia que EE.UU. está “saqueando” su petróleo. Al respecto, Rusia ha revelado, mediante imágenes satelitales, el contrabando del oro negro por las fuerzas estadounidenses del país levantino.

Ante tal escenario, el presidente sirio, Bashar al-Asad, ha asegurado en más de una ocasión que, una vez se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib, considerada el último bastión de los terroristas en Siria, el Ejército de Damasco acabará con la ocupación estadounidense.

HispanTV