“Recuperar la totalidad de los ocupados altos de Golán hasta la línea (verde) delimitada el 4 de junio de 1967, usando todos los medios previstos por el derecho internacional, es una prioridad nacional y un derecho que no está sujeto a renuncia ni prescripciones”, indicó Hussam Eddin Ala, el representante permanente de Siria ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales en la ciudad suiza de Ginebra.

En las declaraciones pronunciadas el lunes en el 44.º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, Ala denunció que Israel sigue violando el derecho internacional y los derechos humanos en las tierras que robó de los árabes, “abusando la protección que le dan algunos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), con EE.UU. a la cabeza”, recalcó.

Al respecto, el alto diplomático sirio repudió que la destrucción de ciudades y aldeas para desplazar a sus dueños ha sido la política “criminal” que ha adoptado Israel desde el primer día que ocupó Palestina y los altos sirios de Golán.

Ala aprovechó la ocasión para pedir a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ‎‎(OACNUDH) y toda la comunidad internacional que presionen a Israel para que levante el asedio impuesto contra los ocupados territorios sirios y atender a los sirios en el lado ocupado de los altos de Golán que necesitan ayuda médica en medio del brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

La pandemia, de acuerdo con el embajador sirio, es una “amenaza adicional” a la vida de los sirios asediados por el régimen de Tel Aviv.

Las observaciones de Ala se produjeron un día después de que el primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara preparaciones para construir una nueva colonia en Golán con el nombre del presidente de EE.UU., Donald Trump, cuya Administración reconoció en marzo de 2019, la soberanía israelí sobre la zona que ocupó tras la guerra de los Seis Días de 1967.

Israel incorporó esta zona a su sistema jurídico en 1981, lo que implica una anexión de facto, que ha recibido el rechazo de muchos países y organizaciones del mundo, incluido el CSNU.

El plan expansionista israelí, no obstante, sigue en marcha, pese a una resolución que aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en noviembre de 2018, en que pedía la desocupación de estas tierras por parte del régimen de Tel Aviv.

Fuente: Hispantv