El presidente de la República Libanesa, Michel Aoun, presidió este jueves en el Palacio de Baabda la reunión nacional que convocó a los principales líderes políticos del país. Luego de recibir apoyo y críticas acerca de la iniciativa entre los distintos partidos, Aoun comentó que abrió las "conversaciones nacionales" tras “sentir” que la paz civil del Líbano era "una línea roja que no se debe romper”.

El mandatario dijo “preservar la paz del país es una responsabilidad de todos”, afirmando que las  "sospechosas" protestas y disturbios en Trípoli y Beirut habían "abierto las puertas a fuertes conflictos".

"Hay quienes explotan la ira del pueblo y sus demandas legítimas para generar violencia y caos, y para lograr sospechosas agendas extranjeras que se alinean con ganancias políticas para los partidos nacionales", agregó.

Aoun observó que ha habido un "retorno al lenguaje de la guerra civil" y afirmó que se siente obligado constitucionalmente a convocar a estas reuniones nacionales para poner fin a un "peligroso lapso de seguridad".

Acerca de la crisis económica y financiera en curso en el país del cedro, el presidente comentó que no será posible rescatar al país si los partidos continúan incitando a la gente en la calle “a ajustar cuentas políticas”.

"Si pensamos que el hambre y el desempleo tienen un color confesional o político, estamos delirantes", aseguró.

Por su parte, el primer ministro Hassan Diab duplicó este mensaje, diciendo que nadie tiene "el lujo del tiempo para ajustar cuentas y obtener ganancias políticas". 

"Voy a hablar con franqueza: los libaneses no esperan que esta reunión produzca resultados fructíferos. Desde su punto de vista, esta reunión será como sus anteriores o quizás peor”, comentó Diab.

“Los libaneses están interesados en una sola cosa hoy: ¿cuánto vale el dólar? Quieren estar protegidos de aumentos de precios exorbitantes, tener electricidad garantizada y preservar la seguridad. Todos los que están aquí hoy desean contribuir a este rescate”, dijo.

A pesar de las declaraciones de Aoun y Diab, partidos opositores calificaron la reunión como una “pérdida de tiempo”, afirmando que “busca desviar la atención de las preocupaciones económicas”.

Presentes y ausentes

Cabe recordar que los ex primeros ministros Saad Hariri, Najib Mikati, Fouad Siniora y Tammam Salam rechazaron la invitación del presidente para asistir a las conversaciones, al igual que el líder de las Fuerzas Libanesas (FL), Samir Geagea, el jefe del Movimiento Marada, Sleiman Frangieh, el jefe del Partido Kataeb, Sami Gemayel, y el ex presidente Emile Lahoud también le dieron la espalda a Aoun. Básicamente la mayoría de las fuerzas integrantes de la coalición pro-Arabia Saudita "Alianza 14 de Marzo".

El único partido de oposición que asistió a la reunión fue el Partido Socialista Progresista (PSP), representado no por Walid Joumblatt sino por su hijo, el diputado Taymour Joumblatt. 

Del encuentro participó, además, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, así como el vicepresidente Elie Ferzli y el jefe del Movimiento Patriótico Libre (MPL), Gebran Bassil; el líder del bloque parlamentario de Hezbollah, Mohammad Raad; el jefe del bloque de la Unidad de Monte Líbano, Talal Arslan; el líder del Partido Tashnag, Hagop Pakradounian; el jefe del Partido Nacional Social Sirio, Assaad Hardan; el ex presidente Michel Sleiman y el diputado de la reunión consultiva Faisal Karami.

Los participantes advirtieron que la crisis multifacética del Líbano es "más peligrosa que la guerra". "Una situación de seguridad estable es la base, o más bien el prerrequisito, de la estabilidad política, económica, social, financiera y monetaria", dijo el comunicado de clausura de la reunión.

"Enfrentar la lucha y la incitación sectaria es una responsabilidad colectiva en la que todos los elementos y componentes políticos de la sociedad deben participar", agregó el comunicado.

Los políticos agregaron que "debe aprobarse un curso final para las reformas estructurales en nuestras finanzas públicas".

"El programa del Fondo Monetario Internacional debe ser adoptado si estamos de acuerdo con sus condiciones de reforma y si no contradicen nuestros intereses y soberanía", dijeron. También pidieron combatir la corrupción de manera seria y preservar los derechos de los depositantes bancarios.

Fuente: DIario Sirio-Libanés