Israel continúa con su hambre voraz de ocupación con el aval de sus principales aliados con el Estados Unidos de Donald Trump a la cabeza y con el posible reconocimiento de los países del golfo pérsico como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, pero esto también trae sus consecuencias.

Jordania con quien la entidad sionista tiene relaciones abiertas, le advirtió de las "graves consecuencias" de una anexión y que no quedará sin respuesta".

Por otra parte, el alto representante para las Relaciones Exteriores y Políticas de Seguridad de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, afirmó en su discurso de la Asamblea General en el Parlamento Europeo, que “si Israel invade el territorio palestino, las estrechas relaciones bilaterales se verán afectadas”.

Pero esto a Israel lo tiene sin cuidado, sabe que las advertencias son meras palabras y por eso continúa ocupando, cometiendo crímenes de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos con total impunidad.

Lo que perturba a Israel es el posible escenario de un enfrentamiento bélico con las fuerzas de resistencia de la región y el principal oponente es Hezbollah, quien fue la única fuerza armada en vencer al "ejército invencible" en dos oportunidades, en la liberación del Líbano del 2000 y en guerra de 33 días en 2006.

Por esta razón es imprescindible para Israel aprovecharse del caos sociopolítico que atraviesa el país árabe para obstaculizar a Hezbollah y una posible intervención de este en caso de anexión.

Desde el comienzo de la guerra en Siria en 2011, Israel se valió de la concentración de Siria y su ejército para liberar su territorio del terrorismo que controlaba un vasto territorio, y atacarla en reiteradas ocasiones. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, los misiles lanzados por Israel fueron interceptados por los sistemas de defensa anti aéreos del Ejército Árabe Sirio, sin embargo en enero de 2015, en un bombardeo lanzado desde el Golán sirio ocupado, Israel se hizo con más de seis soldados y comandantes de la resistencia libanesa Hezbollah  y con más de seis militares iraníes. Recordemos que tanto Hezbollah como Irán son aliados del gobierno legítimo de Bashar Al Assad y por lo tanto su presencia en el país levantino es completamente legal.

Por otro lado, en septiembre de 2019, el régimen sionista logró ingresar dos aviones no tripulados en los suburbios del sur de Beirut. La resistencia libanesa advirtió que si el gobierno actual no tomaba cartas en el asunto, iban a derribar al próximo avión sionista que viole el espacio aéreo libanés. Y así fue, el 31 de octubre y tras las protestas sociales que sumergían al Líbano en un caos cada vez más incesante, Israel volvió a enviar un dron y la resistencia lo derribó, cerca de la sona sureña de Nabatieh.

El Líbano viene atravesando una crisis ecónomica y social sin precedentes, las protestas comenzaron en octubre de 2019 de manera genuina y fueron distorsionadas luego por potencias extranjeras como Arabia Saudita y Estados Unidos, enviando suministros a los violentos manifestantes.

Tras la dispersión del virus corona en el mundo, las manifestaciones disminuyeron y resurgieron en mayo de 2020.

En el corriente mes de junio, el gobierno libanés acusó a Israel de estar detrás de últimos disturbios en su suelo y alerta que, con tal táctica, este régimen busca tapar sus complots expansionistas.

“Lo sucedido durante las protestas callejeras alertaba de un plan destructivo para provocar la sedición en el país (…) Estoy seguro de que el enemigo israelí busca generar la sedición en El Líbano”, advirtió el primer ministro libanés, Hasan Diab, en una sesión del Gabinete.
Diab responsabilizó, de este modo, al régimen israelí, de los disturbios registrados en Beirut, donde simpatizantes de partidos opositores se vieron envueltos en enfrentamientos violentos, que se zanjaron con varios heridos. Pero lo llamativo es que, en una protesta por la pésima situación económica que vive el país árabe y la devaluación de su moneda, se corearon slogans de "desarme de la resistencia". De hecho en la ultima semana, se han descubierto diversos espías de Israel en el Líbano como Kinda El-Khatib y Sayed Ali Al-Amin, entre otros.
¿Qué relación tienen las armas de la resistencia con la crisis de la libra libanesa? Pues ninguna. ¿A quién favorece un descontento social en el Líbano y un posible desarme de Hezbollah? Queda a interpretación del lector...

¿Es casualidad que un mes antes de la anunciada anexión ilegal de la ocupada Cisjordania, se pida por el desarme del principal contrincante en materia militar de Israel en la región?

Como si esto no fuera demasiado, otro actor importante como la República Árabe Siria, fue afectado por las políticas arbitrarias de sanciones de Donald Trump, que puso en vigencia una ley escrita en 2011, como la "Ley César", por medio de la cual se autorizan sanciones adicionales al presidente sirio Bashar al-Assad, a los altos dirigentes de este y a sus principales aliados.

La aplicación de la Ley César forma parte de una larga lista de agresiones económicas que promueven los Estados Unidos, impidiendo la reconstrucción y recuperación de Siria que sufre desde más de ocho años, una invasión catastrófica en todos los niveles.
Estados Unidos recurrió constantemente al terrorismo y al asedio económico para quebrantar a Siria.

Cabe recordar que régimen de Israel es el socio principal de las fuerzas terroristas internacionales que atacan a Siria, al brindarle todo tipo de apoyo, ya sea en materia militar o de atención sanitaria en los hospitales del Golán ocupado.

En conclusión, es meritorio para el régimen sionista mantener a sus enemigos distraidos con una crisis económica que los ahoga, instalar la idea de un desarme de la resistencia y así poder realizar su cometido sin represalias.