Tener presente a la muerte en cada segundo de la vida es una premisa fundamental en el islam, una de las realidades clave de la espiritualidad que está asociada al profundo espíritu de rendimiento incondicional a Dios, con lo que la fe marca este punto de inflexión “Somos de Dios y a Él volvemos” (Corán 2,156), en realidad en la otra vida al hombre sólo le beneficiará su fe, las buenas obras y la espiritualidad, de ahí es que se hace necesario algunas reflexiones al respecto mucho más aun en estos tiempo de pandemia del coronavirus covid 19; pues la muerte no hace distinción entre ricos y pobres, negros o blancos, cultos e incultos, la muerte no necesita pedir permiso a nadie como lo dice el sagrado Corán “Cada uno gustará la muerte”(2).

Sin embargo, podemos señalar también al respecto que la muerte es un hecho que evidencia también la igualdad de los hombres ante Dios, es un signo de justicia, la misma que prevalecerá el día del juicio final “donde quien haya hecho el bien del tamaño de un grano de mostaza (mithqal) lo verá y quién haya hecho el mal del tamaño de un grano de mostaza lo verá”, y eso es lo que queremos destacar; pues la Justicia Divina se revelará en el más allá, y al respecto dice el sagrado Corán “El día que Dios resucite a todos, ya les informará de lo que hicieron. Dios lo habrá tenido en cuenta, mientras que ellos lo habrán olvidado” (53:6); pues como lo dijimos, es la fe la que tiene un punto vital de inflexión, en la creencia en el “Más Allá”, en la otra vida, en esa corte de justicia donde la posición familiar, la influencia social, la riqueza, o cualquier partido o grupo no servirán de nada; así como dijo el Imam Alí (AS):

“Juro por Dios que si yo fuese a pasar desde la noche hasta la mañana sobre espinas en vez de dormir sobre lechos cómodos, y si mis manos y pies tuviesen que ser encadenados durante los días, llevándome por las calles y los bazares, yo prefiero todos estos dolores a la presentación ante la Corte de Dios para ser juzgado por una opresión contra una de las criaturas de Dios o por una usurpación de los derechos de otros”(3).

Como estamos viendo, la vida de este mundo es un paso, como un lugar de tránsito ligero si se compara con la otra vida, ya que existe la idea del paraíso y el infierno dentro del islam, y toda la creación será remitida al lugar correspondiente, según sus obras e intenciones de las mismas, de ahí es que se recomienda siempre no apegarse con mucha intensidad a la vida de orden material, por el contrario se aconseja realizar por nuestro paso en la tierra todo aquello que sea necesario para el crecimiento espiritual y en beneficio de los demás; pues desde la primera a la última de las posiciones tienen el carácter de ser transitorios, como lo señalamos, el ser humano se lleva de esta vida nada más que sus obras, y sólo 3 cosas lo seguirán beneficiando después de muerto: una descendencia digna que reza por su alma, la caridad que haya hecho y que siga beneficiando a los hombres y el conocimiento que haya impartido a otros hombres, que estos lo apliquen y a la vez lo transmitan, por eso se señala “Haz para este mundo como si en él fueses a vivir siempre y por el otro como si fueses a morir mañana”.

Y es que la visión del islam sobre el Más Allá, está basado en el principio de justicia, por ello se puede afirmar que según la Sabiduría de Dios y la Filosofía de Sus acciones, el ser humano no será aniquilado después de la muerte; sino que hay otro mundo después de éste, caso contrario, la creación de este mundo sería vano y sin sentido. Al respecto, leemos en el Sagrado Corán: “¿Acaso creísteis que os habíamos creado sin ningún sentido y que no se os haría regresar a Nosotros?»(4), esta aleya se refiere al hecho de que si no hubiera el más allá o “el regreso a Dios”, la creación de los seres humanos sería el equivalente de la vanidad y lo inútil(5), por ello de acuerdo a este principio, debemos sembrar obras buenas para que luego podamos cosecharlas en el mundo eterno, si creemos que este mundo es un puente que debemos atravesar; en este caso, el mundo no aparecerá como absurdo ni vacío, más bien, será el comienzo para una vida eterna, por lo tanto, la fe en el Más Allá da significado a la vida humana y libera a la gente de la ansiedad, preocupación e insensatez; visión tan necesaria en estos momentos donde el mundo está siendo azotado por la pandemia del coronavirus covid 19, el que ha causado la muerte de más de medio millón de personas, un total de más de 550.000 personas han fallecido a nivel mundial a consecuencia de la COVID-19, siendo América el continente donde se encuentra la mayor cantidad de decesos. “Mientras que en Asia, continente en el que se originó el brote, la cifra de muertes asciende hasta el momento a unas 65.850, los decesos en Europa triplican dicho número. En concreto, se han registrado por ahora en torno a 196.100 muertes por el coronavirus en el Viejo Continente. Sin embargo, ya no es el continente con mayor número de fallecidos por COVID-19. La cifra contabilizada en América superaba los 280.100 decesos”(6). Y a esto se suma el hambre, que por esta pandemia se ha intensificado, y que ha mostrado aún más la desigualdad entre los seres humanos; pues a consecuencia de las cuarentenas, las personas que viven del día a día son las más afectadas, condición que deplora las raíces capitalistas en este mundo gobernado por un sistema imperialista, y sionista por una dictadura de los empresarios, de los banqueros que manejan la economía del mundo(7); ya que como lo señalamos, “La pobreza es la perversidad de nuestro tiempo que no tiene justificación”(8), y en ese sentido dando respuesta a tanta injusticia en este mundo terrenal, es que desde la visión islámica, la muerte representa un hecho que evidencia también la igualdad entre los hombres ante Dios, es un hecho de justicia, la misma que prevalecerá el día del juicio final; ya que también en el islam se habla de la Resurrección, como principio fundamental, que hace referencia al retorno del espíritu al cuerpo y a la revitalización de los seres humanos en el más allá, con el fin de ser juzgados y recibir los resultados de sus acciones, pues tras este proceso, los justos alcanzarán el Paraíso y los pecadores serán introducidos en el Infierno. Y siguiendo por ese mismo principio, también el islam, hace alusión al “Barzaj”, (9) que se conoce como el mundo intermedio y el mundo de la tumba, cualquier persona, sea creyente o incrédulo ingresará al mundo del Barzaj; sin embargo, el Barzaj será como el Paraíso para los creyentes, y el Infierno para los incrédulos, y los que hayan cometido injusticias.

Al respecto, la Sura del sagrado Corán “Mu’minun”, nos señala:

“Cuando a alguno de ellos le llega la muerte, dice: « ¡Señor mío! ¡Hazme regresar; para que pueda actuar rectamente en aquello que dejé descuidado!» ¡Pero no! Eso no son más que palabras que ellos dicen. Y les está aguardando el mundo de barzaj, en el cual estarán hasta que sean devueltos a la vida” Corán, Sura Mu’minun: 99-100

Según este versículo del Corán, la petición de algunas personas en el momento de su muerte para volver al mundo con el fin de realizar los buenos actos que no hicieron, no será aceptada. Esta aleya declara que ellos van a ingresar a este mundo intermedio hasta el Día de la Resurrección.

Igualmente en algunos hadices, la palabra “Barzaj” se utiliza para indicar una etapa intermedia entre este mundo y el más allá. Por ejemplo, según un hadiz del Imam Sadiq (AS), todos los shiítas (verdaderos) entrarán al Paraíso en la otra vida(10); pero el Imam (AS) añadió a continuación: “Juro por Dios que temo para vuestra situación en el Barzaj”, una persona le preguntó sobre el barzaj, y el Imam (AS) respondió: “Es la tumba, desde la muerte hasta el Día de la Resurrección”; sin embargo, el Imam (AS) no hizo referencia a la tumba solamente como un lugar físico donde se entierra a una persona, sino a un mundo intermedio que empieza con la muerte. Al mismo tiempo también algunos hadices afirman que el mundo del Barzaj tiene su propio Paraíso e Infierno; en los que las personas serán recompensadas o castigadas por sus actos, al respecto el Profeta (PBUH) dijo:

“La tumba es un jardín de los jardines del Paraíso, o un agujero de los agujeros del Infierno”(11).

Al mismo tiempo, El Sagrado Corán declara explícitamente que el castigo eterno para los incrédulos en el Mas Allá es la eternidad en el Infierno. Leemos en la aleya 68 de la Sura al-Tawba:

“Dios ha prometido a los hipócritas y a las hipócritas y a los que no creen, el fuego del Infierno, en el que estarán eternamente.” (Corán, 9; 68)

Con todo ello estamos comprobando que en el Más Allá, los castigos del Día del Juicio son en realidad los reflejos de las acciones de una persona, por lo que la fe en el castigo del Infierno es como un importante factor educativo para evitar los pecados y corrupciones en este mundo, y como lo hemos manifestado al ser la muerte un hecho que evidencia también la igualdad entre los seres humanos ante Dios es un hecho de justicia y la creencia en la existencia de la Corte del Día del Juicio Final tiene efectos muy significantes en la mejora de la vida de hoy; pues la fe es la vida en sí misma, existe Justicia Divina!.

Notas:

(1) Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.

(2) (Corán: 3, 185; 21, 35; 29,57).

(3) Nahyul Balaga, Sermón 224.

(4)  Corán ( 23: 115 )

(5) Makarem Shirazi, págs. 354-358.

(6) “Número de personas fallecidas a consecuencia del coronavirus a nivel mundial a fecha de 10 de julio de 2020, por continente”. Leer más en: https://es.statista.com/estadisticas/1107719/covid19-numero-de-muertes-a-nivel-mundial-por-region/.

(7) Galeano Eduardo, “Patas Arriba/la Escuela del Mundo Al Revés”, Catálogos Editora; 2008.

(8) Saavedra Alfaro Sdenka, “El islam detrás del velo”; Ed. Aciabol, La Paz, Bolivia, 2018.

(9) “Barzaj” en la terminología islámica se refiere a la distancia entre la vida de este mundo y el Día de la Resurrección.

(10) Al-Kafi, tomo 3, pág. 242 “Sheij Kulaini, Muhammad Ibn Ya’qub, Al-Kafi, 1983.”

(11) Irshad al-Qulub, tomo 1, pág. 75, autor ” Hasan b. Abi l-Hasan al-Daylam”; 1991

Por Sdenka Saavedra Alfaro para Shafaqna.