El Knesset israelí -Parlamento- rechazó un proyecto de ley para enmendar la controvertida Ley "Estado-Nación" para incluir una cláusula que garantice la igualdad de todos los ciudadanos. En Israel los habitantes no son iguales y existe fuerte discriminación hacia las personas no judías y en especial hacia los palestinos.
La Knesset israelí rechazó ayer una enmienda a la Ley racista Estado-Nación para incluir una cláusula que garantice la igualdad de todos los ciudadanos.
La Ley del Estado-Nación de Israel es una de las leyes racistas que rigen en Israel y se refiere a que Israel es la "patria histórica del pueblo judío" y eliminó el árabe como idioma oficial de Israel.
El proyecto de ley fue derrotado por 53 votos contra 21.
Los opositores a esta ley que legaliza la discriminación y el apartheid la definen como “no ética ni democrático".
Los 15 miembros palestinos (15 parlamentarios de un total de 120) del Knesset que forman parte de la coalición llamado Lista Conjunta, se abstuvieron de votar argumentando que esta ley es racista y debe ser eliminada y no solo modificada o maquillada. "El proyecto de ley propone muy pocas enmiendas que no aborden su esencia racista que niega la existencia de los palestinos y la minoría árabe en Israel", señaló el grupo de parlamentarios palestinos en una declaración emitida hoy.
"Las enmiendas reiteran y aseguran la ilegal anexión de Israel de la Jerusalén Oriental ocupada, así como la consagración de la inferioridad de los árabes y su idioma", agregó el comunicado.