Bolivia y la peor crisis económica de los últimos 40 años

Bolivia y la peor crisis económica de los últimos 40 años

Los bolivianos viven en estos últimos seis meses en una desazón fruto de la peor crisis social causada por el coronavirus. Solo se había percibido algo semejante al inicio de la década de los Ochenta del siglo pasado, cuando la economía se vino abajo luego de los gobiernos dictatoriales y de 20 años de los neoliberales.

 

Annur TV
Wednesday 26 de Aug.

Las filas para comprar pan y otros artículos era el común denominador en esos días de crisis social y económica. Esas imágenes se repiten y ahora para todo hay que hacer fila.

Una clara referencia de este momento es que el Producto Interno Bruto -PIB- en 180 años (1825-2005) fue de $ 9.574 millones de dólares estadounidenses; mientras en los últimos 14 años (2006-2019) estuvo en $ 31.311 millones de dólares estadounidenses. En reservas internacionales, Bolivia tenía la reserva internacional neta más alta de América del Sur con el 21,4%, Perú con el 21,2% y Brasil con 17,8%.

Cómo afectó el Golpe de Estado

Tras las elecciones del 20 de octubre de 2019, la situación se complicó debido a denuncias de presunto fraude (hasta la fecha no demostrado). En este tema se debe ser honestos intelectualmente porque fue un informe preliminar de la Organización de Estados Americanos -OEA- el cual identificó irregularidades y se convirtió en el detonante para que el Presidente Evo Morales sufriera un Golpe de Estado.

Luego llovieron las acusaciones, fruto de ello los seis vocales del Tribunal Supremo Electoral -TSE- y los restantes de cada uno de los Tribunales Electorales Departamentales -TED- tuvieron que soportar sindicaciones que los llevaron a la cárcel.

Pero eso no fue todo, Luis Almagro visitó Bolivia en mayo de 2019 y dio un espaldarazo a la candidatura de Evo Morales. Pero movió las estructuras políticas conservadoras y ocasionó que muchos líderes políticos como Tuto Quiroga o Samuel Doria Medina intensificaran sus ataques contra el Gobierno de entonces.

Cuando se perfilaban nuevos comicios para solucionar la crisis política, surgió en el mundo una pandemia: la Covid-19. Al principio se la veía muy lejana pero en marzo el virus aterrizó en Bolivia.

Se hicieron muchas demostraciones en los principales aeropuertos del país, con el despliegue de cientos de personas y el gasto de miles de bolivianos (moneda oficial). El 11 de marzo, el entonces Ministro de Salud Aníbal Cruz confirmó los dos primeros casos en el territorio nacional.

Los primeros casos habían ingresado por el Aeropuerto de Viru Viru de la ciudad de Santa Cruz, el excapitán de Policía Carlos Cardozo afirmó que ese descuido fue irresponsable porque la Policía cuenta con los planes de todos los vuelos y era sencillo haber detenido a los pasajeros para realizarles las pruebas respectivas. En vano se gastó dinero.

La pesadilla

La enfermedad pronto empezó a cobrar sus primeras víctimas y el número de personas contagiadas por el virus fue en aumento. El informe del 19 de agosto dio cuenta de que en Bolivia existen 106.065 casos confirmados, de los cuales 60.649 son activos y hay registrados 4.365 decesos.

Quienes no comulgan con las posiciones de los expertos y politólogos aliados del Gobierno, afirman que el Gobierno de Áñez infla los números para crear pánico en la población y que esta no salga de sus domicilios o abran la boca para protestar por tanta injusticia que ocurre. Al igual que cuando la propia Presidenta de Facto, Jeanine Áñez, dijo que se declaraba en cuarentena por haber contraído el coronavirus, nadie le cree.

El Gobierno interino de Áñez emitió más de 30 decretos supremos para sobrellevar la crisis sanitaria. Algunos son de apoyo a los bolivianos más humildes que no cuentan con un salario, otros de apoyo a la empresa privada y microempresarios para que sobrelleven este periodo de pandemia. El Estado destinó un crédito inicial de Bs 120 millones ($ 17.2 millones de dólares estadounidenses) para el sector de los microempresarios y otros Bs 44 millones ($ 6.36 millones de dólares estadounidenses) para el sector minero.

Los allegados del Gobierno, que hacen loas a las políticas implementadas, no se refieren a los actos de corrupción ocurridos como la manipulada compra de los respiradores que tiene al exministro de Salud, Marcelo Navajas, en detención domiciliaria.

A ello se suma el despido del personal de la Administración Pública (de los ministerios Culturas, Deportes y Comunicación). Fueron echados a la calle a pesar de las innumerables promesas efectuadas por la propia Áñez de cuidar a la familia boliviana y respetar la inestabilidad laboral. Incluso aquellas personas que gozan de inamobilidad laboral en la actualidad están angustiados por su futuro. Y todo sucede en medio de la emergencia sanitaria que prohíbe los despidos.

La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, dijo que su despacho evidenció deficiencias y limitaciones en el servicio que brindan las inspectorías laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social. “La institución registró denuncias sobre despidos en el sector público y privado durante la actual emergencia sanitaria, no obstante que el Gobierno emitió disposiciones que prohibían aquello; las personas afectadas no recibieron la respuesta que esperaban por lo que acudieron a esta entidad”, manifestó Cruz.

También indicó que durante el periodo de cuarentena y emergencia sanitaria, su despacho recibió un total de 587 denuncias sobre vulneración de derechos laborales. La mayoría por afectar la inamovilidad y estabilidad laboral (239); salario justo (124); derecho a un empleo digno (61); acoso laboral y/o sexual (49); vacación remunerada (32); seguridad industrial e higiene y salud ocupacional (29); limitación a la jornada de trabajo (12) y otros beneficios laborales (35).

El cherry sobre la torta

En las dos últimas semanas Bolivia estuvo agobiada por un bloqueo de caminos ejecutado en todas las regiones del país por dirigentes de la Central Obrera Boliviana -COB- y el Pacto de Unidad -PU-. Para el Gobierno, estas organizaciones son apéndices del Movimiento Al Socialismo -MAS-. La protesta tenía como principal pedido que las elecciones debían ser el 6 de septiembre y no el 18 de octubre como lo definió el Tribunal Supremo Electoral.

Las autoridades de Gobierno crearon la matriz de opinión de que el bloqueo no dejó transitar ningún vehículo, incluidas las ambulancias y los camiones con oxígeno, que son el principal recurso para los centros de salud. Pero, por orden de los dirigentes que lideraban la movilización se instruyó dejar pasar a los camiones con oxígeno medicinal y ambulancias.

Las autoridades crearon el rumor y la mala información de que por falta de oxígeno medicinal muchas personas perdieron la vida. Llama también la atención que fueron los programas difundidos por el periodista mexicano Fernando Rincón, a través de la cadena CNN, los que durante una semana dieron con todo al bloqueo de caminos, sin tener información precisa. Aseguraron que se cometían delitos de lesa humanidad en las carreteras e instaban a las autoridades de Gobierno a sacar las fuerzas de seguridad para poner orden. Ese discurso fue utilizado un sinfín de veces y repetido como un slogan por las autoridades, incluso por Jeanine Áñez.

El anterior Gobierno de Evo Morales anunció en su último informe de gestión (22 de enero de 2019) que tenía prevista la construcción de 34 hospitales de segundo nivel, 17 hospitales de tercer nivel, cuatro hospitales de segundo nivel y tres centros de medicina nuclear. Aunque en su mayoría ya están en ejecución estos centros (con una inversión de más de 1.000 millones de dólares estadounidenses), fueron suspendidas por el actual Gobierno.

Los centros de investigación nuclear que iban a servir para detectar oportunamente el cáncer se encuentran en el limbo a pesar del interés de las autoridades del Gobierno ruso de continuar su apoyo a estos.

*Walter Pérez es periodista independiente y ejerce la profesión desde hace mas de 25 años en los diferentes medios de comunicación impresos en Bolivia.

Fuente: Kaosenlared.


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