De acuerdo con Middle East Eye, la visita debía tener lugar después de la Convención del Partido Republicano. El completo secreto era esencial, explicó una fuente anónima.

Con el apoyo de Donald Trump y su consejero principal Jared Kushner, los líderes saudíes e israelíes iban a darse la mano. Esto señalaría las crecientes relaciones entre sus países; no un “anuncio completo de normalización… sino un indicio en esa dirección”.

La visita fue parte de un acuerdo mutuo entre Bin Salman y Trump. El príncipe “lo aceptó porque Trump y Kushner estaban presionando para ello”. También fue supuestamente para beneficiar la reputación del líder saudí de facto y “relanzar su imagen de pacificador”.

La cancelación del viaje por parte de Bin Salman se produjo un día después de que los Emiratos Árabes Unidos cancelaran su propia reunión tripartita con funcionarios estadounidenses e israelíes programada para el viernes pasado. Se retiró debido a la oposición del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu a la venta de aviones de combate F-35 a los Emiratos.

Fuente: MEMO