Definitivamente quedó comprobado que la postergación de las elecciones presidenciales en Bolivia, bajo el pretexto de la pandemia Covid 19, mismas que fueron ya aplazadas por tercera vez, por el régimen de Añez,  fue para continuar con su estrategia de campaña electoral política, utilizando como herramienta los Fake News y los falsos positivos como lo hemos señalado, un arma de manipulación mediática, en el manejo del poder de los medios de comunicación y sobretodo en las redes sociales de internet, una táctica de desinformación en Facebook, a lo que se ha denominado el nuevo 'Plan Cóndor' para América Latina; pues la propia administración del régimen de Añez habría utilizado los recursos públicos con fines no solo inmorales, como se puede deducir de la desinformación y el engaño de la ciudadanía, sino también particulares, en favor de su propia gestión, además de la utilización del  "El lawfare", "una guerra política por la vía judicial", la escalada propiamente golpista presentada mediática y diplomáticamente como una pelea por recuperar la democracia, el derrocamiento, seguido de persecuciones, postergación de elecciones e inhabilitación de Morales, toda una guerra sucia, mediática, psicológica, cultural, que viene de Estados Unidos, Israel y sus lacayos, para desterrar y derrocar a los gobiernos populares, del pueblo, un arma poderosa que ya se la ha utilizado en el golpe de Estado perpetrado por Jeanine Áñez el 2019, a la que se pretende reforzar, con esta táctica de desprestigio, difamación no sólo de la gestión de los 14 años del Primer Presidente Indígena que lleva adelante, sino también de su imagen de supuestos abusos sexuales y pedofilia, contra Evo Morales Ayma, mismas que están encaminadas a perjudicar a su partido y sus candidatos, Lucho Arce y David Choquehuanca.

Toda esta maniobra que se ha concretado también con la decisión ilegal e inconstitucional del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), en la inhabilitación de la candidatura de Evo Morales como senador de Cochabamba, el pasado 7 de agosto, todo un método de persecución política contra un líder progresista, que bajo su gestión se alcanzó el mejor nivel en economía del país sacándolo de la pobreza con su “Modelo económico social comunitario productivo: el «milagro» boliviano”[1], de la mano de Lucho Arce Catacora, un modelo ejemplo en Latinoamérica y el mundo, que sacó de la pobreza a más de 3 millones de bolivianos y bolivianas, aumentando la riqueza en un 5% anual (PIB), con la nacionalización de las empresas de hidrocarburos y otras, logrando así la estabilidad y el progreso de este país, que emanó también gracias a la lucha de los pueblos originarios de Abya Yala  , aquella cosmovisión que continúa vigente después de más 500 años de genocidio europeo; los que no pudieron, ni podrán nunca arrebatar, ni borrar la magnánima riqueza cultural identitaria que poseen estos pueblos, que han erigido sobre la base de la sangre de sus mártires el Estado Plurinacional de Bolivia, enarbolando esta lucha precisamente la de los pueblos originarios, con su proceso de cambio, que reconoce  todo este gran legado identitario y de nacionalización que no le permitieron para nada vivir de la limosna y el préstamo de los organismos internacionales, como el FMI.

Hoy a más de 10 meses de un régimen transitorio de manifestaciones de racismo y discriminación en contra del pueblo, el que ha conducido a la peor crisis de la historia de Bolivia, con actos de corrupción, escándalos, nepotismo, la ineficacia en cuanto a la salud en la lucha contra el coronavirus, y su favoritismo a las clases oligárquicas condujeron también al mal manejo en la esfera de la educación con el cierre del año escolar, sin mostrar alternativas para los zonas rurales, en si una crisis económica catalogada por varios analistas y economistas internacionales cómo la peor en décadas, con una ola de despidos masivos de trabajadores, el cierre y la reducción de empresas, encontrándose todos los sectores en peligro, según el Centro de Desarrollo Laboral y Agrario, al mismo tiempo que la pobreza se ha agravado, la tasa de desempleo urbano ha subido de 4,2% a 7,4%, y el Banco Mundial pronosticó que la recesión en Bolivia puede provocar que este año caiga a un 5,9% del PIB, la peor cifra desde los años 80 cuando el país sufrió una devaluación y una inflación históricas; es decir en este tiempo dictatorial están destrozando todo lo que se había construido y concretado en los 14 años de gobierno de Evo Morales Ayma, llevando una estrategia de impunidad ambiciosa de prorroguismo en el poder, siguiendo el guión del imperialismo y del sionismo, tratándose de una ofensiva de las derechas que busca detener todo proceso de transformación progresista. Este método de persecución política contra líderes progresistas de Abya Yala, ya se lo ha visto con la condena judicial al ex presidente brasileño Luíz Inácio Lula Da Silva,  sucedió con Rafael Correa en Ecuador y justo ahora paralelamente con Evo Morales Ayma en Bolivia.

Y ya a escasos días de llevarse a cabo las elecciones presidenciales, las que se aplazaron hasta el 18 de Octubre, mismas que se espera que se realicen, las posibilidades del gran triunfo electoral del movimiento de obreros, campesinos, indígenas, mujeres y urbano-populares que tienen centenares de candidatos a senadores y diputados, a través del MAS de la lucha de los pueblos originarios, son muy altas, esto se ha comprobado con las últimas encuestas, con las consignas de recuperar la soberanía, dignidad y el proceso antiimperialista frente a las opciones neoliberales ; sin embargo también está presente la estrategia geopolítica de Estados Unidos, de evitar un nuevo ascenso democrático, nacionalista y popular como lo hemos señalado, de ahí es que en definitiva como lo señalan varios analistas, es que no se descarta que se realicen acciones destinadas a imponer un segundo Golpe de Estado que llevaría a Bolivia a una situación de alta violencia y nuevamente al derramamiento de sangre; pues como lo señaló Morales "La historia demuestra que podrán inhabilitar a Evo; pero no podrán proscribir al pueblo".

*Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora, periodista, e investigadora boliviana radicada en Medio Oriente, actualmente realiza estudios de postgrado en “Al Mustafá International University en la República Islámica de Irán)

[1] Modelo económico social comunitario productivo: el «milagro» boliviano; leer más en: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/06/28/modelo-economico-social-comunitario-productivo-el-milagro-boliviano/.https://medios.economiayfinanzas.gob.bo/MH/documentos/Materiales_UCS/Revistas/Revista_01.pdf.