Para aumentar la seguridad del país, explicó Sítnik, la policía militar rusa ha intensificado sus patrullas en las provincias de Alepo, Al-Hasaka y Al-Raqqa.

El acuerdo de Sochi, firmado por Turquía y Rusia en septiembre de 2018, establecía la creación de una zona desmilitarizada que abarcaba Idlib, el norte de Hama y la mediterránea Latakia, así como el oeste de Alepo, zona que debería estar bajo la supervisión conjunta de turcos y rusos.

La región de distensión tenía como objetivo separar a los civiles del gran número de grupos terroristas que operan en la zona y facilitar así que Siria continuara su lucha contra el terrorismo en el país.

Las tensiones han vuelto a escalar en Idlib debido a las violaciones del alto el fuego por parte de los grupos terroristas apoyados por Ankara (el Frente Al-Nusra como más importante), que han intensificado sus ataques contra puntos controlados por las fuerzas sirias y sus aliados y asesinado a decenas de soldados y civiles sirios.

Tales asaltos violan, de hecho, la tregua pactada en marzo entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

Ante tal escenario, el Ejército sirio, apoyado por Rusia, ha desplegado una importante cantidad de refuerzos militares en Idlib, ya que prepara una ofensiva a gran escala para erradicar definitivamente el terrorismo en la mencionada provincia.

Fuente: Al Ahed