“Hoy, la situación económica y social de Siria es muy espinosa, quizás, la más grave desde que empezó el conflicto. A medida que pasan los años, los estragos de la guerra se vuelven más palpables. El desgaste de la economía está a la vista”, ha afirmado el diplomático ruso durante una entrevista concedida este jueves a la agencia local de noticias Sputnik.

Además, ha asegurado, un factor que contribuye a esta coyuntura es la presencia de las tropas extranjeras en la parte nororiental del país, lo que impide el acceso a algunos yacimientos de hidrocarburos y superficies agrícolas.

A su juicio, “el elemento clave de la presión a Siria son las sanciones unilaterales que agravan la de por sí difícil situación socioeconómica y humanitaria”. En este sentido, ha explicado que, antes del estallido del conflicto, Siria exportaba trigo y petróleo, pero, “ahora ni siquiera puede cubrir la demanda interna”. “Es por culpa de las sanciones”, ha enfatizado.

Yefimóv ha detallado también que el deterioro de la situación en Siria se hizo más notorio el año pasado (2020), por la caída del 83,3 % del valor de la moneda nacional en comparación con el año anterior, y del 98, 5 % en comparación con 2010.

Las sanciones occidentales, en especial las estadounidenses, fueron aplicadas contra el Gobierno y el pueblo sirios desde el comienzo de la crisis (2011), obstaculizando el acceso del pueblo a medicamentos productos alimenticios, petróleo, entre otros.

La “Ley César”, aprobada en diciembre de 2019 por el Congreso y el Gobierno de EE.UU., ha sido la más severa contra un pueblo que sufre desde hace casi nueve años, una guerra catastrófica a todos los niveles y no controla una parte importante de sus recursos y riquezas naturales.

Fuente: Hispantv