Por Sdenka Saavedra Alfaro [1]

Sin lugar a dudas que la Revolución de Irán del 11 de febrero de 1979, fue y seguirá siendo un ejemplo en su lucha y su resistencia frente a las injerencias del imperialismo y el sionismo para Latinoamérica y el mundo; pues continúa de pie en estos 42 años de su victoria, erigida bajo la consigna de todo el pueblo, rasgos característicos con los procesos de los gobiernos progresistas del Eje de la Resistencia y de la Patria Grande, aquellos que fueron protagonizados por las bases sociales, aquellos que emergieron de la lucha de los pueblos descalzos, como lo señaló su Líder Ruhollah Al Musavi Jomeini “La nuestra es la lucha de los pueblos descalzos contra el libertinaje y la prodigalidad de los desmesurados, la lucha de los valores ideológicos y revolucionarios contra el sucio mundo del poder, el dinero y la codicia”.

Pues; debemos señalarlo Rohollah Musavi Jomeini, es uno de los hombres que cambió la historia del mundo en contraposición a las revoluciones que se suscitaron, aportando un nuevo enfoque a las relaciones internacionales; así como al Derecho Internacional con su no alineación a ninguno de los sistemas políticos que otrora como hoy son las vertientes para que una nación independiente pueda asumirla como una postura frente a la sociedad internacional, como lo señala Chambi [2], ya que Irán, que antes era el sirviente de EEUU, la Corona Británica y Francia rompió sus cadenas expulsando al régimen totalitarista de la monarquía de Reza Sha Pahlavi, devolviendo los “medios de producción” al pueblo para su soberanía, independencia  y autodeterminación, logrando así su total independencia de las potencias extranjeras, y esto gracias a su magnánima revolución, y ese legado es el que continúa más vivo que nunca, el de levantarse contra la tiranía y su opresión, el que hemos visto en la Revolución Islámica de Irán en 1979, como modelo válido contra los tiranos, los cuales terminaron en un fracaso absoluto dentro de sus intentos de sometimiento.

Debemos recordar que Irán, durante las dinastías de Pahlavi y Qayar, fue definitivamente una base confiable de Estados Unidos en la región del Oeste de Asia, y la dependencia del Sha (Rey de Irán) a Washington fue tal  que lo convirtió en un elemento dependiente, en un títere más para extraer sus riquezas, al igual que durante el reinado de Mohamad Reza Shah, Irán fue severamente humillado y atrasado; sin embargo gracias a la Revolución de Irán y su pueblo entero, donde las mujeres tuvieron un papel central se puso rápidamente en el camino del progreso, para derrocar a toda una dinastía, la aniquilación de un sistema monárquico de 2500 años,  negándose a ser dominado por un régimen servil y dictador del imperialismo y sus lacayos, tras lograr su independencia absoluta, para convertirse en un modelo a seguir para el mundo entero, irguiéndose como una potencia regional y extra regional.

Actualmente, Irán junto a Corea del Norte, Siria o Venezuela son considerados como parte del “eje del mal”, cuando en los hechos es uno de los pocos países que lidera la Resistencia en Medio Oriente, ya que a la fecha el imperialismo no ha podido derrotarlo, no obstante, de haber cometido una serie de atentados, asesinatos, sanciones y bloqueos no solo a sus empresas estatales; sino también a directivos y personas particulares, claro ejemplo de ello el cobarde asesinato de uno de los generales de la Guardia Revolucionaria de Irán; Qasem Suleimani, quien estaba junto a Abu Mahdi Al Muhandes, responsable adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí (Hash al-Shaabi) , y otros militares en un ataque aéreo estadounidense en la ciudad de Bagdad Irak, ordenado por Trump, asesinatos cobardes e infames para intimidar a la resistencia en el mediterráneo, como una de sus aspiraciones el de liquidar a la República Islámica de Irán, pero somos testigos de su total derrota, Trump abandonó la Casa Blanca en medio del declive en que se encuentra, lo sucedido en la toma del Capitolio, revela y pone en evidencia la falsedad del sistema supuestamente “ejemplo de la democracia” y libertad en el mundo; pues de acuerdo a un reciente informe,  EEUU no es apto para liderar la democracia global.

Como lo hemos señalado, estamos presenciando los principios de un final, el declive de la influencia y el imperialismo de EEUU en el mundo, ahora habría que preguntarse si el nuevo presidente electo Joe Biden, llevará las mismas políticas; ya que no es de extrañarse de esperar cambios en este sistema que se derrumba, “este hombre lleva como medio siglo siendo parte del mismo poder que ha llevado a Estados Unidos hasta esta  lamentable situación"; es decir no existirán cambios manifiestos al parecer,  pero estamos seguros que la Revolución de Irán continuará de pie en su promoción del discurso de resistencia en la región, en el Líbano, en Palestina, en Irak, en Yemen, en Siria, países del Eje de la Resistencia, y porque no también mencionar a los países de Latinoamérica como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros de la Patria Grande, siendo un modelo para el mundo entero por su lucha en favor de los oprimidos del mundo frente a la arrogancia mundial.

La victoria de la Revolución de Irán es y sigue siendo un referente, para el mundo; y debemos seguirla viéndola así en la integración de la Patria Grande como Resistencia ante el imperio y el sionismo, el arma y la herramienta, pues el Estado Plurinacional de  Bolivia ya dio el primer paso, en la ratificación de las embajadas, que se cerraron en el régimen de Añez, caso la embajada de Bolivia en Irán, al igual que la de Venezuela, aunando así los lazos bilaterales para contrarrestar al enemigo; ya que la unión hace la fuerza.

[1] Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora y periodista boliviana radicada en Medio Oriente, Irán). 

[2] Chambi Calle Roberto, “El Estado y la República Islámica, Una Visión de la Estructura Política”; Ed. Elhame Shargh, La Paz-Bolivia; 2012.