Como siempre, protegidos por el ejercito israelí, hordas extremistas provenientes de los asentamientos cercanos, invaden nuevamente la histórica ciudad realizando actos vandálicos y rituales provocativos.
Un grupo de colonos israelíes irrumpió el miércoles en el sitio arqueológico de Sebastia, al norte de la ciudad de Nablus.
El alcalde de la municipal de Sebastia, Muhammad Azim, dijo a la agencia de noticias Wafa que, a la luz del cierre anunciado por el gobierno palestino para prevenir la propagación de la epidemia del Coronavirus, y el compromiso de cerrar todas las instalaciones y limitar las actividades relacionadas con el turismo en la ciudad de Sebastia, las autoridades militares de la ocupación han aprovechado de este cierre sanitario para llevar a cabo la imprudencia de permitir el ingreso de decenas de colonos a los recintos arqueológicos de la localidad, lo que supone un peligro para sus habitantes.
Azim agregó que, desde horas de la mañana, las fuerzas de ocupación israelíes cerraron la zona, rodearon el lugar y ocuparon los techos y azoteas de edificios colindantes, con el fin de asegurar las incursiones y brindar protección a los colonos que generalmente se llevan a cabo en tres oleadas de hordas extremistas y fanáticos religiosos que ingresan a estos recintos históricos con canticos y gritos para provocar a los palestinos.
Ubicada a 11 kilómetros al noroeste de Nablus, Sebastia es una pequeña ciudad histórica ubicada en una colina con hermosas vistas panorámicas y tiene una población de unos 3.000 palestinos.
Sebastia es un asentamiento humano que data de la Edad del Hierro, y cuenta con importantes arqueologías de las épocas helenísticas y romanas. La ciudad tiene un anfiteatro romano, templos, iglesias bizantinas y cruzadas, dedicadas a San Juan, quien bautizó a Jesucristo en el río Jordán. Cristianos y musulmanes de Sebastia creen que la ciudad es el lugar donde murió y donde fue sepultado San Juan Bautista.
Israel ha intentado en múltiples oportunidades apoderarse de la ciudad, que se ha convertido en un lugar de acalorado conflicto cultural, impidiendo que la Autoridad Palestina lleve a cabo trabajos de restauración de los sitios arqueológicos y prohibiendo la prestación de servicios turísticos a visitantes de todo el mundo y en múltiples oportunidades se llevaron a cabo robos de antigüedades.
Por su parte, los colonos y extremistas sionistas han atacado repetidamente la ciudad, cercando y destruyendo partes de sus antigüedades, donde celebran rituales provocativos.
Fuente: Agencia Wafa y www.palestinechronicle.com
Traducción y edición de PalestinaLibre.org