Cuando hablamos del tema de vacunación o el tema COVID en relación con Palestina, realmente es una situación muy difícil para los palestinos que viven bajo ocupación, que la entidad ocupante -según las leyes internacionales es responsable de la población ocupada y que debería darles la vacuna- no sólo no les dan vacunas, sino que impide que les lleguen. Muchas veces olvidamos que no solamente es el tema de la vacuna y el COVID lo que ocurre en Palestina. Para los palestinos y las palestinas, la ocupación es un hecho peor que la enfermedad. El coronavirus y que no lleguen las vacunas son un agravante.

Palestina sufre una ocupación desde hace más de 73 años. Los palestinos y las palestinas sufren de crímenes de guerra ejecutadas por la entidad de la ocupación sionista y el mundo no lo mira. Entonces, como palestinos y palestinas, no nos extraña este accionar. Estamos acostumbrados a este comportamiento.

Si lo que quieren es acabar y borrar del mapa a las palestinas y palestinos, si lo que quieren es infligir castigo a toda la población palestina y empujarles a que se vayan de allí, no es de extañar que no les den vacunas y no es de extrañar que la entidad sionista ejecute esas políticas de chantajear y negociar con un medicamento como lo es la vacuna con otros países para sus favores y sus alianzas. Porque ellos saben que no tienen derecho de existir (como ocupantes) en Palestina y juegan con eso. Comprar el silencio de muchos países y el silencio de la comunidad internacional entera.

En mi opinión personal como palestina, no es de extrañar esto, lo que me extraña es el silencio del resto del mundo, de la comunidad internacional, de las instituciones que dicen defender la legalidad y los derechos humanos y que se esté viendo esto y que nadie haga nada.

Por Jaldía Abubakra para Annurtv