Israel ha acelerado la demolición de las viviendas palestinas y el desalojo de las familias palestinas de sus hogares, mientras el mundo se ha dedicado a responder a estas atrocidades con simples condenas que han sido absolutamente inútiles para frenar las injusticias.
El arzobispo Atallah Hanna del Arzobispado Ortodoxo de Jerusalén, hizo un llamado a todos los referentes espirituales e internacionales del mundo para trabajar por el bien de la ciudad de Jerusalén, frente a las ilegales intervenciones israelíes que tienen por objetivo eliminar los vestigios palestinos de la ciudad bajo ocupación.
Recalcó en que Jerusalén está siendo objeto de una campaña sin precedentes destinada a borrar sus rasgos históricos y socavar su identidad, y que se están acelerando los acontecimientos, especialmente en los barrios de Sheikh Jarrah, Al-Bustan y Batn Al-Hawa, ya que las autoridades de ocupación han acelerado la implementación de sus planes y la incautación de viviendas y propiedades de los jerosolimitanos, como está sucediendo hoy en el barrio de Sheikh Jarrah, que se encuentra amenazado con la evacuación de unas 70 viviendas de familias palestinas para reemplazarlas por colonos. El otro sector que está siendo objeto de la persecución israelí es el barrio Al Bustan en Silwan en el sector sur de Jerusalén ocupada, donde a lo menos 70 viviendas están en peligro de demolición y las familias quedarán sin techo. Situación similar enfrenta el barrio cercano de Batn Al- Hawa en Jerusalén ocupada.
Otras localidades de Jerusalén ocupada enfrentan el peligro del desalojo y la demolición de sus viviendas, donde Israel utiliza muchas artimañas para desalojar a los palestinos, como la construcción de parque, plazas públicas, carreteras, depósitos sanitarios y otras instalaciones que justamente son planificados sobre viviendas y tierras palestinas.
En este sentido el arzobispo Hanna señaló que "Lo que están haciendo las autoridades israelíes en las tierras ocupadas, especialmente en la ciudad de Jerusalén, no afectará la moral de nuestro pueblo y permanecemos firmes para defender nuestros derechos. Somos leales a los sacrificios de nuestro pueblo que ofreció miles mártires y prisioneros, e inevitablemente que nuestro pueblo triunfará sobre los opresores y la barbarie, y Jerusalén seguirá siendo la capital de Palestina. "Es un lugar para los libres, una la ciudad de la paz y es el lugar de nuestra historia, herencia y orígenes".
Fuente: Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada