La "ley" le otorga a Rivlin una amplia discreción para tomar su decisión. El lunes, anunció que las "consideraciones morales" pueden jugar un papel en este sentido, en una clara referencia a los tres casos de corrupción que enfrenta Netanyahu. 

Las elecciones israelíes celebradas el 23 de marzo, la cuarta votación en dos años, terminaron sin que ni la derecha liderada por Netanyahu ni una posible coalición de sus oponentes obtuvieran la mayoría parlamentaria. 

Las negociaciones de la “maratón” que Rivlin llevó a cabo con representantes de todos los partidos que tenían escaños en la Knesset (parlamento sionista) no lograron romper el estancamiento político. 

Cincuenta y dos legisladores en la Knesset de 120 escaños recomendaron elegir a Netanyahu, en comparación con 45 que nominaron al político centrista y exministro de Finanzas Yair Lapid Liair, líder del partido “Hay un futuro”, y siete pidieron a Naftali Bennett, líder del partido de derecha Yamina. 

Tres partidos con 16 escaños se negaron a nombrar a ningún candidato en sus reuniones con Rivlin. 

Netanyahu instó tanto a Bennett como a su ex aliado Gideon Saar, quien fundó el Partido “Nueva Esperanza” después de desertar del partido extremista conservador Likud, a unirse a él para romper el punto muerto que domina la situación política en Israel. 

Bennett no ha mostrado ningún compromiso de cooperar nuevamente con Netanyahu, con quien mantuvo una relación tensa. 

En cuanto a Saar, dijo que no trabajaría con Netanyahu, citando el juicio por corrupción, que comenzó el lunes, pero no representó apoyo para Lapid. 

Netanyahu, que niega haber cometido algún delito, asistió a parte de la sesión del tribunal y luego repitió las acusaciones de que el caso de la fiscalía en su contra era "un intento de golpe de Estado destinado a destituir a un primer ministro de derecha fuerte" de su cargo, como él mismo dijo. 

Dado que Rivlin aún no ha resuelto su decisión, Lapid declaró que había propuesto formar una coalición con Bennett. Según el acuerdo, asumirá primero el cargo de primer ministro, y Lapid lo reemplazará. 

Lapid declaró en un discurso televisado: "Los ciudadanos israelíes deben ver que sus líderes pueden trabajar juntos". 

Bennett aún no ha comentado la oferta de Lapid, mientras que los comentaristas políticos sionistas han indicado que tal acuerdo también puede allanar el camino para que el derechista Saar se una a Lapid, con la posibilidad de que Bennett, un conservador como él, esté  a la cabeza de la dirección. 

Cualquiera que sea el candidato que elija Rivlin, tendrá 28 días para intentar formar una coalición y podrá solicitar una prórroga de dos semanas.  

Rivlin puede subcontratar el trabajo a otra persona si el gobierno no se forma dentro del período especificado.