Por Nadir Moussa

¿Es el comienzo de una nueva intifada en Palestina?

¿Es el comienzo de una nueva intifada en Palestina?

A raíz de los últimos acontecimientos en Palestina, especialmente en el barrio jerosolimitano de Sheikh Jarrah y la repercusión de los pueblos soberanos que apoyan la causa palestina y el silencio rotundo de los medios hegemónicos de comunicación, es que nacen diversos interrogantes: ¿Por qué es diferente la usurpación de este barrio? ¿Es el comienzo de una nueva intifada? ¿Por qué germina en el corazón de los palestinos una nueva esperanza?

Annur TV
Monday 10 de May.

Para entender el hartazgo de los palestinos y el surgimiento de un nuevo levantamiento, hagamos un repaso sobre el problema de las viviendas del barrio de Sheikh Jarrah en la capital palestina:

Desde 1948, el barrio recibió a varias familias que fueron desplazadas de sus aldeas originarias en las tierras ocupadas debido a la Nakba.

En el año 1956 se llegó a un acuerdo entre el gobierno jordano (quien tenía el control del territorio en aquel entonces) y las Naciones Unidas para proporcionar viviendas a unas 28 familias desplazadas para que vivieran en el barrio.

 El gobierno jordano donó el terreno y construyó las casas, y los residentes se convirtieron propietarios después de tres años.

 La guerra de 1967 y la ocupación de Jerusalén Oriental interrumpieron los procedimientos para que los residentes obtengan sus documentos de propiedad.

 En el año 1972, los colonos ilegales israelíes iniciaron una gran campaña para expulsar a los residentes locales y apoderarse por la fuerza de las viviendas.

El Tribunal de Ocupación “reconoció” la propiedad de los hogares por parte de los colonos ilegales después de que éstos presentaran documentos falsificados, y los residentes nativos se negaron a abandonar sus hogares y exigieron al gobierno jordano que les proporcionara los documentos de propiedad.

 En el año 2008/2009 se produce el primer incidente de desplazamiento de colonos ilegales en viviendas, donde tres viviendas fueron desalojadas por la fuerza y ​​ocupadas por colonos ilegales israelíes.

Hoy en 2021, las decisiones de los tribunales de ocupación sionista planean el desplazamiento de otras cuatro familias palestinas, mientras que a principios de agosto considerarán el desplazamiento de otras tres.

Actualmente 25 familias (500 palestinos) están amenazados de desalojo en el barrio.

 Los vecinos del barrio han rechazado los “acuerdos” ofrecidos por los colonos ilegales para hacerse cargo de las viviendas tras la muerte de sus dueños, e insisten en quedarse en sus casas y rechazan los reclamos de los ocupantes.

¿Por qué es diferente la usurpación de este barrio?

Porque en los últimos años se ven desalojos en Cisjordania ocupada en aldeas alejadas de las grandes metrópolis, o se construyen asentamientos ilegales en zonas rurales o en montañas. Es decir, construcciones desde cero.

Aquí lo que sucede es distinto por dos motivos principales: el primero es que estos avasallamientos ocurren en Jerusalén, considerada una línea roja para los palestinos por ser su eterna capital y por encontrarse el tercer lugar más sagrado del Islam. En segundo lugar, la ocupación no es la construcción de un asentamiento sino la literal expulsión de los palestinos de sus hogares.

Durante los disturbios racistas antipalestinos que se produjeron en Jerusalén la semana pasada, un manifestante fue entrevistado por un periodista en relación con el planteamiento, en concreto, con el lenguaje utilizado por las enfurecidas multitudes.

El periodista preguntó a la joven manifestante si las frases empleadas por los manifestantes, frases como "Quemad los pueblos árabes" y "Muerte a los árabes" les representaban a ellos y a su presencia en la protesta.

Ella respondió: "Lo digo de forma educada y correcta. No digo 'quememos sus aldeas', digo que 'deben salir y nosotros tomar sus tierras'", sonríe, "exactamente lo que hacemos en la Ciudad Vieja”, informó el medio Monitor de Oriente (MEMO).

El régimen sionista está utilizando todas sus cartas en materia de ocupación, hasta colmar la paciencia de los palestinos, y ahí entramos en la segunda pregunta.

¿Es el comienzo de una nueva intifada?

A lo largo de los últimos años y especialmente tras la farsa de Donald Trump y su yerno Jared Kushner llamada el “Acuerdo del Siglo” para declarar Jerusalén como capital del ente sionista y (como si tuvieran el derecho de hacerlo) entregar más territorio palestino en las manos del régimen israelí con la construcción de asentamientos ilegales, se han levantado manifestaciones millonarias en la Franja de Gaza, siendo reprimidas brutalmente por las Fuerzas de Ocupación Israelíes que tuvieron revuelo internacional bajo el nombre de “Marchas del Retorno”.

En Cisjordania, se realizaron protestas, pero no de tal magnitud ya que la intervención israelí allí es mucho mayor. Recordemos que hoy las ciudades palestinas de la Ribera Occidental están siendo segmentadas por el ente sionista en zonas donde vive la población originaria palestina y los invasores ilegales israelíes.

En Sheikh Jarrah sucede algo distinto. Es la gota que rebalsó el vaso.

Los residentes de los hogares ocupados (o en proyecto de ocupación), no se mueven de su barrio. Reclaman día a día en la puerta de sus hogares su derecho a la vivienda. Además, esto sucede durante el mes de Ramadán, y al no poder romper el ayuno en sus casas, los vecinos del barrio realizan un iftar (desayuno) comunitario en las calles de su barrio. Sin ningún tipo de respeto por la espiritualidad ajena, los colonos ilegales israelíes provocan a los palestinos en su momento de desayuno, arrojando gas pimienta en sus rostros. No sólo ocupan sus hogares, sino que, en su momento de comer tras un largo día de ayuno, los insultan, los escupen y les arrojan gases paralizantes en las caras. Cabe destacar que los palestinos no responden a los agravios.

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De igual manera la forma de protestar de los dueños de los hogares (los palestinos) en justo reclamo es completamente pacífica, ya sea con cánticos revolucionarios o con danzas típicas folklóricas (dabke).

Los colonos ilegales acuden a su par pero con uniforme, las Fuerzas de Ocupación Israelíes, que acuden al lugar a reprimir las serenas protestas y llevarse consigo decenas de prisioneros.

Al disiparse la noticia por todo el territorio palestino (incluidas las ciudades ocupadas), la solidaridad nacional no esperó en ser dada.

Los coterráneos de Jerusalén, en las masivas oraciones colectivas en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa, fueron los primeros en levantar la voz en favor de sus hermanos, y otra vez, el ejército israelí irrumpió con su brutal violencia. Balas de goma, gases lacrimógenos y arrestos sin límites se dieron dentro del templo musulmán.

Los palestinos dieron con la idea que no hay nadie que contemple su situación, excepto ellos mismos.

Por eso, no tardaron en extenderse las protestas en justo reclamo en ciudades como Gaza Ramallah, Acre, y Haifa entre otras. Unos 15 manifestantes fueron arrestados el domingo en esta última, según fuentes de la policía del régimen israelí.

Por su parte, la entidad ocupante respondió con agresiones también a la asediada Franja de Gaza donde los movimientos de resistencia, a su cabeza Hamas, prometieron unificar criterios y llaman a una confrontación total contra Israel.

Tras culminar el ultimátum para que Israel detenga sus atrocidades en Al-Quds, una lluvia de misiles de la Resistencia palestina ha caído este lunes sobre blancos israelíes.

De hecho, sirenas de alerta han sonado en Al-Quds (Jerusalén) y se han escuchado varias explosiones. Posteriormente, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas) ha reivindicado la autoría de un ataque con misiles contra posiciones israelíes.

Fuente militares del régimen de Tel Aviv han cifrado en siete los misiles lanzados por Hamas, afirmando que sus sistemas pudieron interceptar uno de los cohetes, mientras los otros seis golpearon los objetivos previstos.

“Los ataques misilísticos contra el enemigo en la ocupada Al-Quds responden a sus crímenes cometidos en Al-Quds y las agresiones contra los residentes de [el barrio de] Sheij Yarrah”, han asegurado las Brigadas de Ezzeddin al-Qassam, rama militar de Hamas, mediante un comunicado, informa el medio iraní en español Hispantv.

Todo esto ocurre mientras Israel se encuentra sin un liderazgo político firme, por lo cual se encuentra debilitado y los palestinos lejos de desentenderse, se están uniendo en resistencia.

Miles de palestinos juraron frente a la sagrada Mezquita de Al Aqsa defender con “el alma y la sangre” sus lugares sagrados y su tan preciada tierra.

Mientras tanto, en lugares como Estados Unidos, Alemania, Yemen, Londres, Líbano, España y demás países, salieron a las calles en defensa de los derechos humanos de los palestinos.

Y en el mundo virtual, los activistas pro palestinos en las redes sociales viralizan constantemente las atrocidades del régimen israelí y la resistencia del pueblo palestino bajo los hashtag “#القدس_اقرب (Estamos más cerca de Jerusalén Al Quds), #فلسطين_تنتفض (Palestina despierta) y #انقذوا_حي_الشيخ_الجراح (Salven al barrio de Sheikh Jarrah).

Es por eso que hay una nueva esperanza en el pueblo palestino. Por la unión tan esperada, por la solidaridad internacional de los pueblos libres y por la debilitación de su ocupante.

Todos estos indicios, nos iluminan con la esperanza de una Palestina libre en tiempos no muy lejanos.

 

 


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