Las altas temperaturas en esta época del año, los cortes de electricidad y las repetidas amenazas mercenarias de cortar el agua potable de la estación de Alouk, pusieron a los civiles en esas regiones en condiciones horribles que amenazan además, el medio ambiente con desastres sin precedentes.

El director provincial de la Empresa de Agua, Mahmoud Ukla, confirmó en una declaración a SANA, que “las violaciones de la ocupación turca aún siguen vigentes y no ha habido ninguna mejora en el nivel de la Presa del Éufrates, mientras tanto la situación se agrava y la cantidad de electricidad proveniente de la presa es menor a 15 megavatios diarios, es decir, un promedio de una hora de electricidad diaria”.

Por su parte, un experto en asuntos de recursos hídricos señala que la reducción continua del caudal del río Éufrates amenaza con grandes desastres ambientales y económicos para la región que depende principalmente del agua del río para el riego de cultivos.

En el contexto de las continuas violaciones contra la población de Hasakeh, el ocupante manipula también la estación de bombeo de agua Alouk en la campiña oriental de Ras al-Ain, lo que afecta negativamente el suministro de agua a los distritos de la provincia.

Anteriormente, el ocupante turco provocó la desecación del río Khabur al desviar el curso de sus afluentes procedentes de Turquía, lo que provocó que grandes extensiones de tierras agrícolas fueran abandonadas, especialmente las ubicadas en el lecho del río. Esto se repite hoy con el Éufrates, ya que grandes extensiones de tierras agrícolas se han secado en la cuenca del río.

Fuente: Sana