En un artículo escrito por Stephen M. Walt, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Harvard, y publicado el 27 de mayo, Foreign Policy reafirma que es hora de que EEUU ponga fin a sus relaciones especiales con “Israel”.

La última ronda de combates entre israelíes y palestinos terminó como de costumbre: con un alto el fuego que (…) dejó sin resolver problemas básicos. También proporcionó más evidencia que muestra que EEUU ya no debería proporcionar a “Israel” apoyo económico, militar y diplomático incondicional. Los beneficios de esta política son nulos y los costos son altos y en aumento. En lugar de una relación especial, EEUU e “Israel” necesitan una relación normal, señala el artículo. El apoyo incondicional a “Israel” crea muchos problemas para Washington.

En el pasado, era posible argumentar que “Israel” era un activo estratégico valioso para EEUU, incluso si su valor a menudo se sobrevaloraba (…) pero el apoyo incondicional a “Israel” hoy crea más problemas para Washington de los que “resuelve”.

Además, EEUU no tiene que proporcionar a “Israel” un apoyo incondicional para cosechar esos beneficios.

Mientras tanto, los costos de esta relación especial siguen aumentando. Las críticas al apoyo de EEUU a “Israel” a menudo comienzan con los más de 3.000 millones de dólares en ayuda militar y económica que Washington proporciona a “Israel” cada año.

Como vimos la semana pasada, el apoyo incondicional a “Israel” hace que sea mucho más difícil para EEUU reclamar una posición moral elevada en el escenario mundial. La administración de Biden está ansiosa por restaurar la reputación y la imagen de EEUU después de cuatro años bajo el mandato del ex presidente estadounidense Donald Trump.

“Israel” (…) no es una democracia liberal (…) donde se supone que todas las religiones y razas tienen los mismos derechos. De acuerdo con los objetivos básicos del sionismo, “Israel” ha favorecido a los judíos sobre otros por diseño consciente.

Los gobiernos israelíes de todos los lados han ampliado los asentamientos, han negado los derechos políticos legítimos de los palestinos, los han tratado como ciudadanos de segunda clase en el propio “Israel” y han utilizado el poder militar superior israelí para matar y aterrorizar al pueblo de Gaza, Cisjordania y el Líbano con impunidad.

Fuente: Al Manar