En Italia, el 65% de los musulmanes que viven allí reconocen que han sufrido agresiones y abusos. Las más vulnerables son las mujeres y si usan hijab, el acoso es aún peor.
Por si fuera poco, las mujeres musulmanas aseguran que tienen más dificultades para acceder a puestos de trabajo que aquellas de otras religiones.
En ese marco desfavorable, es que la Unión de Comunidades Musulmanes en Italia (Ucoii) lanzó un portal donde recoge información actualizada sobre casos de islamofobia. De ese modo, las historias de segregación y odio, no quedan en el anonimato y son puestas a la luz.
Además de los informes, lanzan programas con formaciones para que los alumnos se formen en temas tan delicados como el odio religioso. Porque la intolerancia se revierte con educación.