El Centro israelí para los Derechos Humanos, B'Tselem, mostró videos de la ciudad de Hebrón, con imágenes del acoso de los soldados y colonos israelíes hacia los ciudadanos palestinos, con insultos sexuales que muestran desprecio por mujeres y homosexuales, que se ha convertido en una rutina diaria y sistemática para los habitantes de Hebrón.

Los informes y videos presentados por B'Tselem muestra colonos protegidos por el ejército arrojando piedras a las casas y transeúntes. Durante uno de los ataques de los colonos, los informes describen cómo unos 15 soldados irrumpieron en la casa de la familia Dana, alegando que uno de los miembros de la familia había arrojado una piedra desde el techo del edificio. Durante el registro, los soldados rompieron las ventanas de la casa y se portaron de manera muy grosera en especial hacia las mujeres y niñas de la vivienda. Los actos fueron registrados por los voluntarios de B'Tselem.

El informe señaló que después de aproximadamente una hora y media, los soldados salieron del edificio sin arrestar a nadie, y cuando salieron a la calle, ni siquiera intentaron ahuyentar a los colonos, quienes continuaron hasta altas horas de la noche arrojando piedras, lo que repitieron en los días siguientes, acompañado sus ataques de los más viles insultos sexuales y con expresiones groseras y de desprecio por las mujeres y los homosexuales.

Otros antecedentes:

En el informe de B’Tselem, se refiere entre otros a la situación que vive el barrio de Al-Hariqa de Hebrón que está habitado por unos 3.000 palestinos, cercano al asentamiento ilegal de Kiryat Arba. La ubicación del asentamiento colindante con el barrio de Harika se ha convertido en un motivo de gran sufrimiento para los vecinos del barrio como consecuencia de los abusos que los colonos y el diario lanzamiento de piedras, insultos racistas, fuertes groserías de connotación sexual y agresiones físicas en especial a mujeres y niñas, que incluye severos acosos sexuales. Todo ello con el apoyo de la Ejército. Estos ataques se intensifican, en particular, al final de cada semana y durante las vacaciones.

Cuando los palestinos tratan de defenderse de las agresiones, interviene el ejército israelí para agredir y detener solo a los palestinos.

A parte de los ataques de los colonos, los residentes del barrio de Al-Hariqa también sufren las redadas casi diarias que realizan los soldados en el barrio con el pretexto de buscar a los que arrojan piedras. En las calles del barrio, los soldados lanzan bombas de ruido y de gas lacrimógeno y a veces incluso dentro de las casas; A veces también detienen a los niños en las calles y los interrogan sobre el lanzamiento de piedras. En otras ocasiones, los soldados irrumpían en las viviendas en la oscuridad de la noche y despertaban a la gente de la casa de su sueño para interrogar a sus hijos sobre el lanzamiento de piedras.

En toda Cisjordania y Jerusalén ocupadas, los colonos y terroristas israelíes actúan con la más absoluta impunidad bajo el amparo y protección de los militares. Al tratar de defenderse, los palestinos son reprimidos por los soldados israelíes y atacados incluso con disparos de armas de guerra con resultados de heridos y muertos. Casi nunca un colono ha sido detenido o procesado por los crímenes cometidos y que son registrados y documentados por todos los organismos humanitarios incluyendo los israelíes como es el caso de este reporte.

Para los palestinos, bastaría una simple e infundada sospecha para que sean asesinados y sus viviendas demolidas. Y si logran sobrevivir serían llevados a tribunales militares. Para los colonos y terroristas israelíes hay absoluta impunidad e encubrimientos, y en los excepcionales casos de ser procesados, éstos procesos se harán en tribunales civiles, que habitualmente terminan por archivar las causas o en el mejor de los casos emitir condenas irrisorias que no tienen relación alguna con la gravedad de los hechos.

Fuente: Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada