Contundente informe indicó que una serie de ataques, destruyeron tres edificios de departamentos y mataron a un total de 62 civiles, entre ellos 18 niños y 14 mujeres.

Human Rights Watch (HRW) acusó al Ejército israelí de llevar a cabo ataques que “aparentemente equivalen a crímenes de guerra” durante los bombardeos a Gaza el pasado mes de mayo, que dejaron un saldo de 279 palestinos fallecidos, entre ellos 69 niños.

La organización internacional de Derechos Humanos emitió sus conclusiones tras investigar tres ataques aéreos israelíes, en el que mataron a 62 civiles palestinos, donde existían evidencias de que “no había objetivos militares evidentes en las proximidades” del área atacada.

El informe, se centró en las acciones israelíes durante los ataques y acusó a Israel de no tener la voluntad para investigar los hechos. “Las fuerzas israelíes llevaron a cabo ataques en Gaza en mayo que devastaron a familias enteras sin ningún objetivo militar aparente en las cercanías”, dijo Gerry Simpson, director asociado de crisis y conflictos de HRW.

El director de HRW además denunció la “constante falta de voluntad de Israel para investigar seriamente los presuntos crímenes de guerra”, y enfatizó la importancia de que los crímenes sean investigados por la Corte Penal Internacional (CPI), que abrió un proceso en contra de Israel el pasado mes de diciembre.

En el informe se precisa que entre los 11 días de bombardeos, el 16 de mayo el Ejército de Ocupación realizó una serie de ataques sobre la calle Al Wahda, una vía central del centro de la ciudad de Gaza. Los ataques aéreos destruyeron tres edificios de departamentos y mataron en esa oportunidad a un total de 44 civiles, entre ellos 18 niños y 14 mujeres. Veintidós de los muertos eran miembros de una sola familia, los Al Kawlak.

La ONG llegó a la conclusión de que Israel había utilizado bombas de precisión GBU-31 de fabricación estadounidense, y que Israel no había advertido a ninguno de los residentes para que evacuaran la zona con antelación. Tampoco encontró pruebas de la existencia de objetivos militares en la zona.

Mientras que una explosión ocurrida el 10 de mayo al comienzo del ataque y en la que murieron ocho personas, entre ellas seis niños, cerca de la ciudad de Beit Hanoun, se comprobó que el objetivo se centró en puntos residenciales del enclave costero. Después de un exhaustivo análisis de los restos de munición y en los relatos de los testigos, HRW dijo que las pruebas indicaban que el arma había sido “un tipo de misil guiado”.

El tercer ataque se produjo el 15 de mayo, en el que un misil destruyó un edificio de tres pisos en el campo de refugiados de Shati, en Gaza. El ataque mató a 10 personas, entre ellas dos mujeres y ocho niños.

A principios de este año, HRW acusó a Israel de ser culpable del crimen de Apartheid y persecución por sus políticas discriminatorias hacia los palestinos, tanto dentro de Israel como en Cisjordania y la Franja de Gaza ocupadas.

Fuente: WAFA / Al Jazeera

Edición: Comunidad Palestina de Chile