TOKA, el software espía del régimen israelí que apunta a socavar al Movimiento BDS

TOKA, el software espía del régimen israelí que apunta a socavar al Movimiento BDS

Chile que tiene una estrecha relación militar con Israel, ha elegido a Toka para servir de “ciber-diseñador” para sus estrategias de seguridad nacional.

 

Annur TV
Wednesday 04 de Aug.

El mecanismo de espionaje digital desarrollado por la Inteligencia israelí, llamado Pegasus, atrajo mucha atención mediática en los días pasados por haberse desvelado que espió a unas 50.000 personas, incluidos periodistas y mandatarios de varios países. Hay, sin embargo, otra empresa israelí de software-espía de mayor alcance cuyo objetivo es socavar el movimiento de Boicot a Israel por sus crímenes en Palestina. Lo ha sacado a la luz la periodista de investigación estadounidense Whitney Webb. Por su interés, ofrecemos un extracto de su estudio.

Los abusos del software de Pegasus se conocen desde hace años, aunque las últimas revelaciones han tenido tanto gancho en los medios corporativos por el elevado número de personas que denunciaron haber sido vigiladas. Esto es lo que ha puesto en la picota a la empresa israelí que fabrica el software-espía responsable, el Grupo NSO.

 Sin embargo, como reza el viejo refrán, unos crían la fama mientras otros cardan la lana. En efecto, mientras toda la atención se dirige al Grupo NSO, otras empresas israelíes, con lazos aún más estrechos con el aparato de Inteligencia de su país, venden software que ofrece los mismos servicios a gobiernos y agencias de inteligencia, aunque intentan ir todavía más lejos. La más importante es Toka.

El software de Toka, empresa fundada en 2018 por el ex-primer ministro de Israel y Ehud Barak (socio Jeffrey Epstein), se está usando en diversos países con la mediación de instituciones financieras como el Banco Inter-Americano de Desarrollo y el Banco Mundial. Este software, además, sólo está disponible para los gobiernos en los que el de Israel “confía”.

Toka vende su producto a agencias gubernamentales, policiales y de seguridad, para, según reza en su perfil, “combatir el terrorismo y otras amenazas a la seguridad nacional en el terreno digital”. Su software no sólo se instala en smartphones -como el de Pegasus-, sino también en otros aparatos conectados a Internet (“Internet de las cosas”) como electrodomésticos, termostatos, alarmas, etc.

Otra característica de Toka es que, a diferencia del Grupo NSO, evita la luz pública. Pero comparte con esta última empresa el que su producto de software-espía sea considerado de “interferencia legal”. Sin embargo, se ha estado usando para vigilar a disidentes, políticos y periodistas e incluso para el chantaje. De hecho, es algo bastante bien documentado el recurso de las agencias de seguridad de Israel al chantaje contra civiles palestinos para debilitar su movimiento de resistencia.

Algo que está también bastante claro es el vínculo de Toka con el aparato de seguridad israelí. Pero menos conocida es la penetración de Toka en países tanto desarrollados como en vías de desarrollo a través del Banco Mundial y el Banco Inter-americano de Desarrollo.

Desde el año pasado, varios proyectos financiados por una u otra de estas instituciones han elegido a Toka para servir de “ciber-diseñador” de las estrategias de seguridad nacional de Nigeria y Chile.

No deja de ser significativo que tanto la población de Nigeria, incluido su gobierno, como la de Chile destaquen por su firme apoyo a la causa palestina y la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel. Además, en septiembre del pasado año, Toka ganó otro contrato financiado por el Banco Mundial con el gobierno de Moldavia, aliado de Israel.

Es muy probable que la elección de Toka por parte del Banco Mundial para estos contratos tenga que ver con el acuerdo alcanzado en 2019 entre esta institución y el Estado de Israel, para “impulsar la ciber-seguridad en el mundo en vías de desarrollo”, con especial atención a África y Asia. Ya en 2015 Israel había firmado varios acuerdos de cooperación con el Banco Inter-Americano de Desarrollo, y en 2019 contribuyó a la inversión de 250 millones de dólares destinada a instituciones de América Latina.

Aunque el actual presidente de Chile, el derechista Sebastían Piñera, está más cercano al Estado de Israel, la nación alberga a la mayor comunidad de palestinos en el exilio del mundo fuera de Oriente Medio. Es por ello que en Chile se da uno de los movimientos BDS más potentes de América, con ciudades que han declarado un boicot no violento a Israel. De hecho, aunque Piñera saliera al paso diciendo que tales boicots sólo pueden producirse a nivel federal, el pasado mes de junio el Congreso de Chile redactó una ley de boicot a los productos y servicios provenientes de los asentamientos ilegales.

Toka vende sus proyectos suscritos con las instituciones financieras internacionales como dirigidos a mejorar la capacidad cibernética y económica de estos países. Sin embargo, los medios israelíes pintan un cuadro muy distinto. Por ejemplo, según Haaretz el acuerdo de 2019 que dio lugar a los contratos de Toka, fue planeado por un comité inter-ministerial establecido por el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu “para reforzar la economía israelí, mejorar el estatus político de Israel y reforzar su papel internacional”. Según una fuente citada por Haaretz, “los bancos de desarrollo son un medio para hacer avanzar los intereses y la agenda de Israel en el mundo en vías de desarrollo, incluida América Latina. Pero no es filantropía”.

A tenor de estas declaraciones y del modus operandi de Toka, es bastante probable que la razón de que Chile y Nigeria fuesen los primeros elegidos por los bancos para contratar con Toka sea, en realidad, contrarrestar y mitigar el amplio apoyo a la causa palestina en las poblaciones de esos países.

Dado que el uso de empresas de alta tecnología por parte de la Inteligencia israelí para la vigilancia y el espionaje internacional, así como su política de usar esas empresas como frentes para combatir el BDS y asegurar el “ciber-dominio” de Israel, tienen una larga historia, la investigación sobre el software-espía no puede pararse en el Grupo NSO. Pero no parar ahí implica desafiar al Estado de Israel, particularmente en el caso Toka, y esto es algo que los medios corporativos tienden a evitar.

Sin embargo, el uso que hace Israel de su industria tecnológica como arma de guerra y su oferta de software-espía a gobiernos y agencias de seguridad de todo el mundo, debe investigarse, sobre todo porque va dirigido a combatir el movimiento BDS, es decir, la solidaridad con Palestina.

No se debe permitir que un gobierno, sea el que sea, se embarque en este tipo de actividades ilegales a nivel global, con el fin de ahogar las críticas a crímenes de guerra y violaciones de la legalidad internacional.

Si los medios que han informado sobre el espionaje de Pegasus están verdaderamente preocupados por el abuso de software-espía por parte de los gobiernos y las agencias de inteligencia del mundo, deberían también prestar atención a Toka, ya que opera con armas más peligrosas que las del Grupo NSO.

 

 Fuente original: https://www.mintpressnews.com/meet-toka-the-most-dangerous-israeli-spyware-firm-youve-never-heard-of/278020/

 

Fuente: https://canarias-semanal.org


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