Por Anita Leocadia Prestes

Cuba: ¿Dictadura o auténtica democracia popular?

Cuba: ¿Dictadura o auténtica democracia popular?

La historiadora Anita Leocadia Prestes comenta sobre el sistema político cubano y destaca su carácter popular y democrático, permanentemente distorsionado y falseado por los medios de comunicación al servicio de los intereses del gran capital internacionalizado.

 

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Friday 06 de Aug.

“El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”

Abraham Lincoln

Considerando la ofensiva imperialista desatada en los últimos días por el gobierno estadounidense del presidente Joe Biden, durante la cual los medios internacionales al servicio de los intereses de las grandes empresas insisten en el supuesto carácter dictatorial del régimen político cubano, se hace imperativo difundir la verdad, mostrando a la gente como funciona la democracia en la isla caribeña, una auténtica democracia.

En 2011, en una visita a Cuba, traté de estudiar su sistema político, incluso entrevisté a Jorge Lezcano Pérez, exvicepresidente de la Asamblea Nacional y experto en el tema. De regreso a Brasil escribí un texto, que sigue vigente y, por eso, creo que es oportuno volver a él aquí en mi columna en Blog da Boitempo.

Al estudiar el sistema político actual en Cuba, es necesario recordar que sus antecedentes se remontan al año 1869, cuando el pueblo de la pequeña isla caribeña luchó con las armas en la mano por la independencia del yugo colonial español. Sus representantes se reunieron en la parte del territorio ya liberada y constituyeron la Asamblea Legislativa, que aprobó en armas la primera Constitución de la República de Cuba. Así, se estableció la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y se abolió la esclavitud que existía hasta entonces. Esta primera Asamblea Constituyente eligió al Parlamento cubano en ese momento y también, democráticamente, a su Presidente, así como al Presidente de la República de Cuba en armas, designando también al Jefe del Ejército que llevaría a cabo la lucha por la independencia.

La Cuba socialista reconoció la importancia de esta herencia y, inspirada también en las enseñanzas del gran pensador y líder revolucionario José Martí, llegó a crear un sistema político que constituye un Sistema de Poder Popular único, autóctono, que no es copia de ningún otro. En Cuba no existen los llamados tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), característicos del sistema político burgués. Solo hay un poder: el poder popular. ¿Cómo ejercen las personas el poder? Según la Constitución, el pueblo lo ejerce cuando aprueba la Constitución y elige a sus representantes y, en otras ocasiones, a través de las Asambleas del Poder Popular y otros órganos que son elegidos por estas Asambleas, como el Consejo de Estado, órgano de la Asamblea Nacional. Por tanto, el poder popular es único y se ejerce a través de las Asambleas del Poder Popular.

Otro elemento importante del sistema político cubano es la existencia, según la Constitución, de un solo partido: el Partido Comunista. No es un partido electoral, por lo que no participa en el proceso electoral, nominando o proponiendo candidatos o haciendo campaña a favor de determinados candidatos. Siguiendo el camino señalado por José Martí, fundador del Partido Revolucionario Cubano, el único partido como único camino para conquistar la unidad de todo el pueblo en la lucha por la independencia y soberanía del país, y también en la lucha por la justicia social. -, el Partido Comunista de Cuba se diferencia del concepto clásico de partidos políticos; además de no ser un partido electoral, es el partido dirigente de la sociedad, cuyas funciones y rol son reconocidos por la gran mayoría del pueblo. La definición de su función está inscrita en la Constitución, aprobada en referéndum público, mediante el voto libre, directo y secreto del 97,7% de la población. Es importante destacar que el PC está integrado por los ciudadanos más avanzados del país, lo que se garantiza mediante un proceso de consulta con las masas. Son los trabajadores que no pertenecen al PC quienes proponen, en asambleas, las personas que deben ser aceptadas en sus filas. Una vez que el Partido toma una decisión sobre las propuestas de los trabajadores, se reúne nuevamente con ellos para informarles. Al tomar decisiones en sus congresos, el PC las discutió previamente con la población. El Partido no da órdenes a la Asamblea Nacional del Poder Popular ni al Gobierno. El PC, luego de consultar a la gente, sugiere y propone a los órganos del Poder Popular y al Gobierno los temas que sólo estas instituciones tienen el rol de decisión.

El Parlamento cubano descansa sobre cinco pilares de la democracia genuina y verdadera, a saber:

El pueblo propone y nomina libre y democráticamente a sus candidatos.

Los candidatos son elegidos por voto directo, secreto y mayoritario de los votantes.

El mandato de los elegidos puede ser revocado por el pueblo en cualquier momento.

El pueblo controla sistemáticamente a los elegidos.

La gente participa con ellos en la toma de las decisiones más importantes.

El sistema del Poder Popular en Cuba está constituido por la Asamblea Nacional, las Asambleas Provinciales, las Asambleas Municipales, el Consejo Popular y la Circunscripción Electoral, que es el paso básico de todo el sistema. Ninguno de estos órganos está subordinado a otro, pero todos funcionan de tal manera que sus funciones y actividades son complementarias, con miras a lograr el objetivo de que el pueblo pueda ejercer el gobierno de manera práctica y eficaz.

El sistema del Poder Popular se presenta actualmente en Cuba de la siguiente manera: a nivel nacional, la Asamblea Nacional del Poder Popular; en cada una de las 14 provincias, las Asambleas Provinciales del Poder Popular y en los 169 municipios, las Asambleas Municipales; a nivel comunitario, los Consejos Populares (1540); cada Consejo aglutina varios distritos electorales y está integrado por sus delegados, líderes de organizaciones de masas y representantes de entidades administrativas. A nivel de base, aunque no forma parte orgánica de la estructura del sistema del Poder Popular o del Estado, está la circunscripción electoral. La circunscripción y su delegado son la pieza clave, la piedra angular del sistema. La circunscripción se organiza con el propósito de elecciones, pero el delegado continúa funcionando en el área que cubre y, por lo tanto, siempre se la denomina circunscripción.

Participan en las elecciones todos los ciudadanos cubanos de 16 y más años que se encuentren en pleno goce de sus derechos políticos y que no se encuentren dentro de las excepciones previstas en la Constitución y en las leyes del país. Los miembros de las Fuerzas Armadas tienen derecho a votar, elegir y ser elegidos. La Constitución establece que cada elector tiene derecho a un solo voto. La votación es gratuita, igualitaria y secreta. Es un derecho constitucional y un deber cívico, que se ejerce voluntariamente, y quien no lo hace no puede ser sancionado.

A diferencia de los sistemas electorales de las democracias representativas burguesas, en los que los candidatos a cargos electos son elegidos y presentados por los partidos políticos, en Cuba el derecho a elegir y presentar candidatos a diputados a las Asambleas Municipales del Poder Popular recae exclusivamente en los votantes. Este derecho se ejerce en las asambleas generales de electores de las áreas de una circunscripción electoral de la que son electores. La circunscripción electoral es una división territorial del Municipio y constituye la célula fundamental del Sistema de Poder Popular. El número de distritos electorales en cada Municipio se determina en función del número de sus habitantes, de manera que el número de delegados de los distritos a la Asamblea Municipal nunca sea inferior a treinta.

El registro electoral en Cuba es automático, público y gratuito; todo ciudadano, al cumplir los 16 años y en pleno goce de sus derechos políticos, se inscribe como elector. Según la ley, en el país se realizan dos tipos de elecciones: 1) elecciones generales, en las que los Diputados a la Asamblea Nacional y otros órganos nacionales, incluido el Consejo de Estado, así como los Delegados son elegidos cada cinco años. a las Asambleas Provinciales y Municipales y sus Presidentes y Vicepresidentes; 2) Elecciones parciales, cada dos años y medio, en las que se eligen los Delegados a las Asambleas Municipales y sus Presidentes y Vicepresidentes. Cabe señalar que tanto los Diputados a la Asamblea Nacional como los Delegados a las Asambleas Provinciales y Municipales son elegidos directamente por la población. Las elecciones son convocadas por el Consejo de Estado, órgano de la Asamblea Nacional que lo representa entre los períodos de sus sesiones, ejecuta sus decisiones y cumple las funciones que le asigna la Constitución.

Para organizar y dirigir los procesos electorales, se designan Comisiones Electorales Nacionales, Provinciales, Municipales, Distritales, Circunscripción y, en su caso, Electorales Especiales. La Comisión Electoral Nacional es designada por el Consejo de Estado, las Comisiones Provinciales y Especiales son designadas por la Comisión Electoral Nacional, las Comisiones Electorales Municipales por las Comisiones Electorales Provinciales, etc.

Todos los gastos electorales están cubiertos por el Presupuesto del Estado; por tanto, los candidatos no gastan nada durante todo el proceso electoral. Para elaborar y presentar los proyectos de candidatura de Delegados a Asambleas Provinciales y de Diputados a la Asamblea Nacional y cubrir los cargos que sean elegidos por estas y las Asambleas Municipales, Comisiones de Candidatura Nacional, Provincial y Municipal integradas por representantes de las organizaciones. están formados por masas y estudiantes y presididos por un representante de la Central de Trabalhadores de Cuba, asegurando así la dirección de los trabajadores durante todo el proceso electoral. La publicidad electoral es realizada exclusivamente por las Comisiones Electorales, garantizando igualdad de condiciones para todos los candidatos; ningún candidato puede hacer campaña por sí mismo.

Para ser propuesto como candidato a diputado a la Asamblea Nacional es necesario haber sido presentado como precandidato por una de las organizaciones de masas del país, para que la Comisión Nacional de Candidaturas someta esta propuesta a consideración de la Asamblea del Poder Popular. del municipio correspondiente, y que este último, con el voto de más de la mitad de los Delegados presentes, apruebe su nombramiento como candidato por ese territorio. Será considerado diputado electo a la Asamblea Nacional el candidato que, presentado por la respectiva Asamblea Municipal, haya obtenido más de la mitad de los votos válidos emitidos en el Municipio o Distrito Electoral, según sea el caso.

Las elecciones para los demás niveles del Poder Popular seguirán el mismo sistema. En Cuba, los Diputados a la Asamblea Nacional y los Delegados a otras Asambleas no perciben ningún tipo de remuneración por el ejercicio del mandato popular; continúan ejerciendo su profesión en sus lugares de trabajo y perciben el salario correspondiente. La Asamblea Nacional se reúne dos veces al año, los Provinciales Municipales con más frecuencia. Los Diputados y Delegados ejercen sus mandatos con sus electores, reportándoles periódicamente y pudiendo, de acuerdo con la Ley, ser removidos por ellos en cualquier momento, siempre que, en su mayor parte, consideren que sus representantes no están cumpliendo con sus compromisos. asumido ante el pueblo.

Sin lugar a un examen más detallado del sistema político cubano, es instructivo, sin embargo, abordar el proceso de elección del presidente del país, que es el presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Para ser elegido Presidente, debe ser Diputado y, por lo tanto, debe haber sido elegido por voto directo y secreto de la población, al igual que los 609 Diputados de la Asamblea Nacional. En el caso específico, por ejemplo, del ex presidente Fidel Castro, fue nominado como candidato por la Asamblea Municipal de Santiago de Cuba y elegido por los votantes de un distrito del municipio y, además, elegido por la mayoría, ya que la ley electoral establece que ningún diputado puede ser elegido sin obtener más del 50% de los votos válidos. Posteriormente, su candidatura a la presidencia del Consejo de Estado fue votada por los Diputados, debiendo alcanzar más del 50% de los votos para ser considerado electo.

El abordaje del sistema político cubano, aunque sucinto, resalta su carácter popular y democrático, que es, sin embargo, permanentemente distorsionado y falseado por los medios de comunicación al servicio de los intereses del gran capital internacionalizado.

fuente: Blog da Boitempo


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