Según informa este jueves la agencia de noticias estatal siria, SANA, citando a fuentes locales, las fuerzas de ocupación estadounidense han enviado desde Remelan, una localidad siria situada en el noreste de la provincia nororiental de Al-Hasaka y de Deir Ezzor, una caravana de 30 tanques cisternas cargadas de petróleo en dirección a la frontera con Irak.  

El medio señala que este convoy, que ha sido custodiado por vehículos blindados de tropas estadoudneisnes, se ha dirigido rumbo al territorio iraquí a través del cruce ilegal de Al-Walid.

Las fuerzas de ocupación de EE.UU., en plena cooperación con las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), controlan varios campos petrolíferos en noreste de Siria y roban sus recursos naturales con la total impunidad otorgada por parte de la comunidad internacional, excepto por Rusia que viene exigiendo a Estados Unidos a que cese su saqueo de los recursos naturales del país árabe.

Dicha actividad ilícita de usurpación del petróleo sirio para trasladarlo posterioremnte al territorio iraquí por parte de las fuerzas estadounidenses y sus aliados se ha ido aumentando en los últimos meses, conforme reporta con regularidad SANA.

 

Las regiones orientales y nororientales de Siria son ricas en recursos petroleros y EE.UU. sigue enviando suministros bélicos y logísticos a estas zonas, poniendo como excusa el “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas; no obstante, en realidad, lo que busca es sustraer el crudo sirio, tal y como se denuncia desde Damasco.

Siria, que no ha autorizado la presencia militar estadounidense en su territorio, condena el robo “a mano armada” de su petróleo por parte de Washington. Ante esta tesitura, el Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, ha asegurado que, una vez se produzca la liberación de la provincia de Idlib (noroeste) y Al-Hasaka, consideradas los últimos bastiones de los terroristas en el país árabe, el Ejército sirio se dedicará a erradicar a las fuerzas ocupantes foráneas.

Fuente: Hispantv