El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de EE.UU. publicó el lunes una estadística sobre delitos de odio registrados en el país norteamericano durante el año 2020, una recopilación de datos sobre incidentes motivados por prejuicios ocurridos en todo Estados Unidos.
El documento del FBI define los delitos de odio como aquellos motivados por prejuicios basados en la raza, religión u orientación sexual de una persona, entre otras categorías.
Según los resultados, EE.UU. sufrió durante el año pasado el mayor número de crímenes de odio registrado en los últimos doce años, impulsado por el aumento del racismo entre otros motivos.
De acuerdo al informe, un 61,9 por ciento (la mayoría) de los crímenes de odio ocurridos durante el año 2020 en este país norteamericano están relacionados con agresiones contra personas de raza negra y de origen asiático.
Eso mientras que, un 20,5 por ciento de los hechos ocurrieron contra la orientación sexual, y otros 13,4 por ciento de los crímenes en contra de la religión de las víctimas. Menos de 5 por ciento de delitos corresponden con crímenes por identidad de género, género o discapacidad.
El informe recoge que un total de 7 759 delitos de odio (7 554 incidentes por un solo prejudicio y 205 incidentes por múltiples prejuicios) tuvo lugar durante el 2020, lo que supone un incremento del 6 por ciento respecto a 2019 y el mayor aumento desde 2008. Es más, los delitos de odio en EE.UU. han dejado un total de 10 861 víctimas en 2020.
Cabe mencionar que desde el 2014 la cifra de los delitos de odio ha incrementado un 42 por ciento y es la sexta vez en los últimos siete años que aumenta la cifra de los crímenes de odio en EE.UU.
El inicio de la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19, un grave deterioro económico, una gran polarización instigada por el entonces presidente Donald Trump con sus constantes declaraciones racistas, xenófobas e inapropiadas, y sus controvertidas medidas contra los migrantes o su apoyo a la tenencia de armas y unas elecciones presidenciales muy tensas marcan entre los motivos registrados por el aumento de odio y crímenes de odio en Estados Unidos.