El video que se viralizó en las redes, mostraba a un grupo de colonos israelíes cantando y bailando días atrás en la explanada de la mezquita Ibrahimi, en Hebrón. Un gesto que muchos entendieron como una explícita provocación a los musulmanes locales. Los colonos hicieron un ritual talmúdico en el patio de la mezquita ante la mirada atónita de los fieles musulmanes que llegaban a la oración.
El Ministerio Palestino de Asuntos Religioso publicó un comunicado en las redes condenando el hecho: “Estos ritos judíos se hicieron con la intención de profanar la mezquita a través de estas incursiones vistiendo ropas religiosas en un intento. Y se arrojaban al suelo deliberadamente para provocar a los musulmanes”. Esto no sucede en un momento al azar. El ministerio cree que fue elegido estratégicamente en un contexto de alta sensibilidad: “las violaciones fueron sincronizadas con los llamamientos para dividir la mezquita de Al Aqsa. Lo que presagia graves riesgos y consecuencias”.
Referentes mundiales del mundo islámico condenaron el episodio en las redes y la calificaron de violación y profanación a un lugar sagrado.