Opinión

La ONU y su papel marginal a la crisis de los pueblos del mundo

La ONU y su papel marginal a la crisis de los pueblos del mundo

¿Por qué la ONU hasta ahora no actúa frente a la inhumana medida unilateral de Estados Unidos de seguir propinando sanciones a países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, entre otros, las cuales están produciendo efectos devastadores contra su población, más aún en esta pandemia del Covid 19, el virus del hambre?

Por Sdenka Saavedra Alfaro

Sdenka Saavedra Alfaro
Thursday 07 de Oct.

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Recientemente se llevó a cabo el debate general de alto nivel del septuagésimo sexto periodo de sesiones de la asamblea general de la ONU, (AGNU), mismo que tuvo una duración de una semana, desde el 21 al 27 de septiembre de esta gestión respectivamente, con sede en New York, y en el cual sus Estados miembros, líderes mundiales o sus representantes, debatieron sobre varios temas, tales como la  pandemia del COVID-19, el cambio climático, la discriminación, la inmigración, el desarme nuclear, entre otros, que a diferencia con el año anterior, contó con asistencia presencial de representantes.

Para muchos analistas en estos 76 años desde su creación en 1945, la Asamblea General de la ONU, no sólo ha servido para inmortalizar alentadores discursos; sino para no hacer nada al respecto, manteniendo un silencio prolongado sin activar un mecanismo de incesante lucha para que se respeten los principios y normas establecidas en la Carta de la ONU, así como las normas que regulan las relaciones entre los estados, pues preservar la igualdad, la independencia, el respeto a la soberanía y los DDHH, ya no es su tarea primordial, ya que hasta la fecha, aun no se ha saldado la promesa de la ONU a los pueblos de lograr la verdadera paz y seguridad.

Más al contrario cada día se ve un mundo plagado de guerras, invasiones, conflictos sin resolver, falta de igualdad entre las naciones, carencia de seguridad internacional, intromisión con los pueblos; así como el irrespeto a su soberanía, su independencia, y su autodeterminación, o esto no es así?, pues parecería que el sistema de Naciones Unidas cada vez más se encuentra al servicio de los más poderosos, ya que siguiendo esa línea ¿Por qué la ONU hasta ahora no actúa frente a la inhumana medida unilateral de Estados Unidos con seguir propinando sanciones a los países de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, entre otros, las cuales están produciendo efectos devastadores contra su población, más aún en esta pandemia del Covid 19, el virus del hambre?.

Al mismo tiempo, en ese mismo contexto, ¿Por qué la ONU no actúa para que de una vez se ponga fin a los ataques propinados por el régimen sionista Israelí, hacia el pueblo de Palestina?, o la invasión de Estados Unidos en Oriente Medio, a países tales como a Yemen, Siria, o Irak donde en estos últimos continúan sus tropas, o tal parece que confirma su felonía de encubrimiento; pues también para muchos analistas la ONU es un organismo anquilosado, que no da ninguna solución a ningún problema real y simplemente se ha convertido en un escenario de diálogos y llamados, y no actúa a favor de los pueblos.

En ese escenario, el nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, pronunció el que hasta el momento es el discurso más desafiante del 76.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), al comparar las sanciones dictatoriales por Estados Unidos con una declaración de guerra “Estados Unidos usa las sanciones como nueva forma de guerra contra otras naciones” en declaraciones que ha brindado de forma virtual desde Teherán, capital persa; pues es en estos momentos en que se debe recalcar que  las sanciones económicas a Irán y a varias otras naciones no cesan durante la pandemia de Covid-19, afectando así las importaciones de vacunas y de otros suministros médicos, en tal sentido son un crimen de lesa humanidad, por tal motivo que Irán comenzó a fabricar sus propias vacunas.

En ese mismo contexto, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, mediante un vídeo exigió a Estados Unidos y a la Unión Europea que retiren todas las sanciones económicas contra su país, a las que llamó medidas “criminales”; pues “Es una persecución financiera, monetaria, comercial, económica, energética, sistemática, cruel y criminal”,  que dañan sobre todo a la economía de los más humildes, y además pidió que se levante el bloqueo impuesto por Estados Unidos a la isla de Cuba.

El mismo tenor en su discurso, lo tuvo el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, quien en forma presencial, condenó y exigió el cese inmediato de todas las ilegales medidas coercitivas unilaterales que potencias imperialistas imponen a distintos pueblos del mundo; pues son políticas agresivas de los imperios, las mismas que constituyen un obstáculo salvaje para la erradicación de la pobreza y para avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Y esto es una realidad contundente; pues hasta el momento los todo poderosos continúan con sus ambiciones por controlar el acceso a los recursos naturales y el querer dominar a los pueblos, confirmándose así que el sistema de Naciones Unidas está del lado de los ambiciosos, porque como lo dijimos "La codicia del hombre lleva a la hambruna del mundo"; ya que los bloqueos criminales, las sanciones e intervenciones indirectas en lo militar, político, económico y mediático son un ejemplo de la hipocresía hacia la paz mundial.

En ese sentido, y bajo la premisa que se debe preservar el respeto a la soberanía, la independencia, los DDHH, la autodeterminación de los pueblos, es que el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, en su discurso denunció el golpe de Estado de 2019 que dijo tuvo como protagonistas a opositores, cívicos, policías, militares, y a gobiernos extranjeros; así como la intromisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, en las masacres cometidas en el gobierno de facto de Añez, en las que se asesinaron 38 personas, por ende es que se haga justicia y no impunidad.

Con todo ello, se hace necesario preservar la integración, la lucha desde los pueblos, esa es la verdadera consigna, ante la pasividad, el anquilosamiento, y el silencio de la ONU, ante los bloqueos, sanciones y crisis hacia los pueblos; pues la “resiliencia” y “resistencia” de los pueblos es más fuerte que el poder de las potencias arrogantes.

Por Sdenka Saavedra Alfaro

[1] Escritora y periodista boliviana radicada en Medio Oriente, Irán.

Caricatura: Nayer 


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