El informe destaca que más de una decena de detenidos afganos también fueron asesinados luego de que los llevaran a un centro de detención. Las tropas británicas afirmaron que mataron a los detenidos después de darse cuenta de que estaban armados durante inspecciones físicas.

Al respecto, BBC indica que los hombres afganos, que eran capaces de luchar en términos de edad, fueron asesinados de diversas formas inmediatamente después de su arresto, independientemente de la amenaza que representaban.

“En un caso se mencionó que colocaron una almohada sobre la cabeza de un individuo y le asesinaron con una pistola”, se lee en texto, citando las declaraciones de un oficial al mando.

En el documento se revela que los cuatro miembros de una familia afgana fueron asesinados a tiros en circunstancias similares por las fuerzas especiales del Reino Unido.

Como se argumentó en el tribunal, todos los informes de ejecuciones extrajudiciales se guardaron en un “compartimento de seguridad de acceso controlado”.

El Ministerio de Defensa británico dice que dichas revelaciones no son nuevas y que ya han sido investigadas.

La investigación, llamada Operación Northmoor, comenzó en 2014 después de informes de familias afganas y denunciantes del Ejército británico, pero se cerró en 2019 sin dar lugar a ningún enjuiciamiento.

Sin embargo, el Tribunal Superior está examinando si las Fuerzas Armadas investigaron adecuadamente las denuncias. Pero los documentos citados en la corte sugieren que hubo serias debilidades en el proceso de la investigación.

En 2001, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, Estados Unidos y sus aliados occidentales pusieron en marcha la invasión de Afganistán.

Después de dos décadas de conflicto, la muerte de decenas de miles de civiles, destrucción y mayores niveles de violencia y narcotráfico, son los legados de la invasión de Washington y sus aliados para los afganos.

Fuente: Al Ahed