Litzman, que encabeza el partido Torá Unida, está acusado de usar su poder como autoridad para presionar y evitar la extradición de Malka Leifer, la ex directora de una escuela, a Australia, donde se enfrenta a cargos por pedofilia y abuso sexual de sus alumnas.

Se sospecha que Litzman intentó obtener un informe psiquiátrico falsificado para presentar a Malka Leifer como mentalmente incapacitada e inimputable, algo que hubiera impedido su extradición a Australia.

Según informa la policía israelí, Litzman “intentó influir en la posición de los psiquiatras en el ministerio de salud designados por el tribunal de distrito de Jerusalén (Al-Quds)” para presentar a Leifer como una persona que padece de enfermedad mental.

“Hay pruebas suficientes contra el viceministro Litzman para probar el fraude y la violación de la confianza y la manipulación de testigos”, ha declarado la policía israelí en un comunicado.

La policía también ha pedido presentar cargos contra Litzman por supuestamente tratar de evitar el cierre de un restaurante que tenía serias deficiencias sanitarias y había causado que varias personas se enfermaran.

La oficina de Litzman rechazó tales acusaciones, alegando que “el viceministro Litzman ha actuado en todos sus años de servicio público en beneficio de los ciudadanos de Israel, con total transparencia y de acuerdo de la ley”.

La investigación policial sobre Litzman sacó a la luz el encubrimiento sistémico y el apoyo de los abusadores, en los niveles más altos” en el ejecutivo israelí, ha añadido la policía israelí.

La corrupción moral y los crímenes sexuales han experimentado un aumento significativo en los últimos años en los territorios ocupados palestinos, e incluso ha salpicado al ejército israelí y al sistema judicial.

Varias autoridades del régimen de Tel Aviv se han visto involucradas en casos de corrupción, entre ellas el premier Benjamín Netanyahu, que quiere ganar a toda costa las futuras elecciones pese a varios cargos de corrupción en su contra.

Fuente: Hispan Tv