El martes, en dos cartas enviadas por separado al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), la Cancillería siria dijo: “El Gobierno de la República Árabe Siria hace un llamamiento a los Estados para que asuman sus deberes, compromisos morales y legales, y pide al Consejo de Seguridad que tome medidas inmediatas y disuasorias contra los grupos terroristas y los países que apoyan y patrocinan el terrorismo en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad para combatir el terrorismo”.

También denunció que los ataques terroristas a las instalaciones económicas y a la infraestructura y las medidas coercitivas unilaterales de algunos países son la principal causa del deterioro de las condiciones de vida de la población civil en el país árabe.

La Cancillería siria respondía con dichas palabras a los ataques con drones en la madrugada del mismo martes a una refinería de petróleo y a tres plantas de gas en Homs, en el centro-oeste de Siria.

 

Condenó, asimismo, que los terroristas, cumpliendo las instrucciones de sus patrocinadores, efectuaron nuevos ataques deliberados contra la infraestructura de servicios de Siria, especialmente el sector petrolero y energético, lo que provocó grandes pérdidas materiales y una gran destrucción en algunas instalaciones de ese sector.

El Ministerio sirio, además, hizo alusión al incidente del pasado 27 de enero, cuando grupos armados desconocidos sabotearon varios oleoductos en la refinería de Banias, en la ciudad de Tartus, sita en la provincia noroccidental de Latakia.

También señaló que tales actos terroristas coinciden con una escalada de crímenes contra los civiles de las bandas extremistas en Alepo (noroeste), Idlib (noroeste), Hama (oeste) y Latakia contra los civiles.

Fuente: Hispantv