Autora: Sdenka Saavedra Alfaro*
Después del Golpe de Estado suscitado en noviembre pasado contra el primer Presidente Indígena en Bolivia, Evo Morales Ayma, el que fue acorralado, y obligado a renunciar al cargo, el 10 de noviembre de 2019, por las fuerzas de coerción estatal de la derecha conformado por el comité cívico de Santa Cruz, tras haber propinado el “golpe de estado cívico, policial y militar que estaba orquestado y apoyado por Estados Unidos”, como lo corroboran varios analistas entre ellos el estudio de la CELAG(Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) , donde manifiesta que la OEA tuvo un papel protagónico en el golpe de Estado contra Evo Morales de la mano de su secretario general, Luis Almagro, que se ha destacado por declaraciones de alto contenido partidario e injerencista y pese a que Evo Morales haya salido victorioso en los comicios del 20 de octubre (por un margen un poco mayor al 10 por ciento) la oposición declaró inválidos los resultados provocando la escalada de violencia que dejó más de 34 muertos, más de mil heridos y más de mil detenidos , en las masacres de Senkata y Sacaba, una violación a los derechos humanos, y una cara del fascismo más bárbaro de la historia de Bolivia, a eso añadirle el sionismo, y a ello tras autoproclamarse el gobierno de facto de Añez como gobierno interino, ya a casi 9 meses de un régimen dictatorial con sus manifestaciones de racismo y discriminación en contra del pueblo y el vejamen a la whipala y al Estado Plurinacional, se suman día a día las denuncias de la crisis suscitada tras los escándalos, actos de corrupción de autoridades de gobierno en la compra de ventiladores inadecuados, con sobreprecios que multiplican por tres su precio en el mercado, situación que llevó a la cárcel al Ministro de Salud, Marcelo Navajas, y a otros funcionarios bolivianos, y a esto se añade la ineficacia del gobierno de facto con respecto a la salud en estos momentos en donde se ha intensificado la pandemia del coronavirus covid 19, donde los hospitales se encuentran saturados y que de acuerdo a la OMS superó los 47 mil casos de coronavirus, ineficacia del régimen de Añez, que ya ha cambiado 3 ministros en el área, y tras elegir a un militar, que es el actual ministro de defensa, Fernando López, como el actual del área de salud, ineficacia tras la falta de equipos imprescindibles de bioseguridad para el personal de salud, de pruebas de covid-19, de medicamentos, de ventiladores o de unidades de terapia intensiva, donde los más afectados son las personas que viven del día a día.
Como se lo ha manifestado, quienes gobiernan Bolivia son los asesores directos del imperialismo en el gobierno que han comenzado a operar con USAID, la Misión Militar y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la presencia directa de la oligarquía oriental y sus aliados, sobretodo agroindustriales, terratenientes y burguesía comercial y financiera en el manejo del poder en el país, como lo señala Eduardo Paz Rada , teniendo como secretario de Añez a un ex funcionario de la Embajada de Estados Unidos, Erick Foronda, quien actualmente funge de consejero en la Embajada de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA) , a toda esta política de exclusión e imposición del gobierno de facto, partiendo de la premisa de que era necesario destruir a los movimientos sociales y populares y al Movimiento Al Socialismo (MAS), que representan la mayoría nacional y electoral en Bolivia, y al mismo tiempo restaurar el proyecto neoliberal con el apoyo del imperialismo presente a través de la Embajada de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) , se suma las Injerencias Sionistas, esto tras restablecerse las relaciones diplomáticas con Israel y al haber votado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) en contra de los derechos de Palestina , rompiendo la tradición tercermundista de acción conjunta con la Organización de los Países No Alineados, y es que esto llama mucha la atención, y ver a quién están apoyando; pues debemos recordar que en el gobierno de Evo Morales, el reconocimiento como estado, y el apoyo al pueblo Palestino fue contundente contra el genocidio, el apartheid, la invasión, la colonización que lleva a cabo el régimen Israelí, y ahora ver su apoyo a un gobierno sionista que lleva todas estas vejámenes contra un pueblo que vive bajo un colonialismo desde hace más de 72 años, cuando los palestinos fueron expulsados de sus tierras, deja mucho que desear y constata una vez más su postura imperialista, neoliberal, capitalista y sionista como ya lo hemos manifestado, al sumarse al igual al acuerdo del siglo de Trump que niega la existencia de Palestina, recordemos el anuncio que realizó sobre reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre de 2017, y su decisión de trasladar la embajada de ese país a la ciudad Santa, misma que ocasionó múltiples manifestaciones y protestas del mundo entero como dentro de Palestina, las que trajeron víctimas mortales .
Y a esto se suma el plan actual de anexión del 30% del territorio de Cisjordania, que para muchos analistas, se trataría de un plan del yerno de la Casa Blanca, Jared Kushner, quien ha puesto a disposición de Netanyahu, toda la maquinaria bélica y diplomática del país norteamericano, y con esto en definitiva, se estaría logrando lo que nadie logró en décadas que, “Jerusalén sea capital de Israel”, y además a ello si se lleva adelante este plan, habrá mucha gente inocente que derramará nuevamente su sangre, siendo víctimas los más vulnerares que son los niños, mujeres y ancianos, genocidio manifiesto del régimen sionista israelí; ya que históricamente como lo hemos señalado, el sionismo ha buscado frenéticamente anexionar a Cisjordania y Gaza, y como vemos sus acciones apuntan a eso, irrumpiendo y contradiciendo al derecho internacional ; pero su defensa también dependerá de la solidaridad activa de los gobiernos comprometidos con la causa Palestina, y los pueblos del mundo en esta digna batalla; sin embargo debemos descartar aquellos que quitaron su apoyo a este digno pueblo de Palestina, aquellos que hoy viven una dictadura por las injerencias imperialistas y sionistas como el caso del gobierno de facto en Bolivia, como lo hemos manifestado en este escrito, contradiciendo el servicio a los oprimidos, el legado del Primer Presidente Indígena de Bolivia, Evo Morales Ayma.
*Por Sdenka Saavedra Alfaro. Escritora, periodista, e investigadora boliviana radicada en Medio Oriente, actualmente realiza estudios de postgrado en “Al Mustafa International University en la República Islámica de Irán.