“Una vez activados, los S-400 rusos de Siria reforzarán la amenaza a nuestras fuerzas y nuestros socios de la coalición que vuelan sobre Siria”, afirmó ayer martes el director del Estado Mayor de EE.UU., el teniente general Kenneth McKenzie, en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado norteamericano.

Washington, recalcó McKenzie, no buscará una confrontación directa con las tropas rusas desplegadas en el país árabe mientras realiza operaciones militares. “Claramente ese no es un objetivo de nuestra presencia en Siria”, agregó.

Rusia ha desplegado baterías de misiles móviles S-400 en la base la aérea de Hmeimim, ubicada en la provincia siria de Latakia (oeste), pero aún no los ha activado.

En otro momento de la audiencia, el general estadounidense declaró que lograr la paz en Siria será mucho más difícil debido a “la guerra civil” en curso y a la “interferencia” de Rusia e Irán.

Estos dos países han expresado siempre que su presencia en Siria es legal y legítima, dado que responde a una petición del Gobierno sirio reconocido por las Naciones Unidas y la comunidad internacional. 

Por su parte, las autoridades sirias han condenado en reiteradas ocasiones la presencia de tropas estadounidenses en su territorio, concretamente en Al-Tanf (este), y han aseverado que Washington ha creado un “agujero negro” con miras a frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.

Este mismo miércoles, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha afirmado que el comportamiento de las fuerzas de EE.UU. en la región de Al-Tanf es “preocupante” y que Washington busca dividir el país árabe.

Fuente: Hispantv