La ONU señala que los rohingyas que permanecen en Myanmar corren peligro inminente ante el genocidio que perpetran en su contra fuerzas birmanas.
La ONU señala que los rohingyas que permanecen en Myanmar corren peligro inminente ante el genocidio que perpetran en su contra fuerzas birmanas.
El presidente de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar, Marzuki Darusman, ha declarado este lunes que la amenaza de genocidio “persiste para los rohingyas que permanecen” en el territorio birmano.
“Birmania está faltando a su obligación de prevenir el genocidio, investigar el genocidio y promulgar leyes eficaces que penalicen y castiguen el genocidio”, ha expresado Darusman.
De acuerdo con la aludida Misión, unos 600 000 rohingyas en Myanmar viven bajo condiciones extremas, lo que hace imposible el regreso de los refugiados.
Los militares birmanos, según Darusman, restringen la libertad de movimiento y el acceso humanitario en el estado de Rajine.
Además, los investigadores han elaborado una lista confidencial de 100 sospechosos de estar involucrados en actos de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. “El escándalo de la inacción internacional tiene que terminar”, ha declarado Christopher Sidoti, otro experto de la Misión.
A lo largo de los últimos 60 años, ha indicado Sidoti, los militares han destruido Myanmar, política y económicamente, agregando que a menos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la comunidad internacional no tomen medidas efectivas en este caso, la triste historia de los rohingyas está abocada a repetirse.
La violencia contra los rohingyas, llevada a cabo por el Ejército birmano y las tribus budistas extremistas, se intensificó en agosto del 2017. Miles de musulmanes fueron asesinados y más de 700 000 sobrevivieron huyendo del país.
Las organizaciones pro derechos humanos han condenado la mortífera represión de los rohingyas y la ONU ha calificado de “limpieza étnica” la situación de la minoría más perseguida del planeta.