Grupos de manifestantes iraquíes incendiaron neumáticos en la calle de al-Qanat, al este Bagdad, la capital, y se escucharon fuertes disparos en la plaza Tahrir, en el centro de la ciudad, en un movimiento de protesta contra el sistema político, informó el corresponsal de Al Mayadeen.

Las fuerzas de seguridad trataron de dispersar a los manifestantes que se mudaron de la plaza Tahrir a la plaza al-Tayaran en el centro de Bagdad, mientras que los de Najaf intentaron llegar al edificio de la gobernación.

Según los reportes, la seguridad trató de responder con gas lacrimógeno, junto con el cierre del camino del distrito de Husseiniya, entre Bagdad y las áreas del norte.

Las acciones de desobediencia se renovaron en Bagdad y en varias provincias por segundo día consecutivo contra el desempleo y por la mejora de los servicios públicos; además, llamaron a derrocar el sistema político.

Fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Reuters dijeron que al menos ocho personas resultaron heridas en al-Zaafaraniya y que los agentes de seguridad dispararon gases lacrimógenos.

Al menos dos personas murieron y otras 200 resultaron heridas como resultado de la represión policial contra una protesta multitudinaria en Bagdad para condenar el desempleo, la corrupción y la escasez de servicios públicos.

También se reportó que los cruces de las áreas de al-Shula al norte de Bagdad y al-Sadr en el este, fueron cerrados temporalmente para evitar la salida de los participantes de dichas zonas.

Por su parte, el Consejo de Seguridad Nacional en Irak confirmó "la libertad de manifestarse y las demandas legítimas de los manifestantes", y denunció lo que describió como "actos de sabotaje que acompañaron las protestas".

Según el Consejo de Ministros, el Consejo de Seguridad Nacional celebró una sesión de emergencia para "examinar los desafortunados eventos que acompañaron las manifestaciones del martes y la caída de varias víctimas y heridos entre los ciudadanos y miembros de las fuerzas de seguridad".

El Consejo destacó "la importancia de realizar todos los esfuerzos del gobierno para cumplir con las demandas legítimas de los manifestantes".

Además, la Presidencia del Consejo de Representantes iraquí ordenó a los comités de seguridad, defensa y derechos humanos que abrieran una investigación sobre los acontecimientos que acompañaron las manifestaciones en la plaza Tahrir.

Por su parte, el primer ministro, Adel Abdul Mahdi, destacó la necesidad de responder a las demandas de los ciudadanos.

Con información de Al Mayadeen