A través de su cuenta en Twitter, el líder indígena boliviano rechazó que las autoridades de facto instaladas tras consumarse el golpe de Estado en su contra persigan a simpatizantes y militantes del Movimiento al Socialismo (MAS), pero mantengan en impunidad los crímenes cometidos contra manifestantes. 

La masacre de Senkata dejó también 67 heridos en el operativo policial-militar para desbloquear la distribución de carburantes y el marco de la vigencia de un decreto que eximió de responsabilidad a los agentes de seguridad, alineados con el golpe de Estado.  

«Contra mí el gobierno de facto decidió velozmente mi aprehensión», sentenció Morales en referencia a la orden de captura en su contra por supuestos delitos de terrorismo y sedición. 

Sobre el Gobierno de facto, encabezado por el senadora opositora Jeanine Áñez, reiteró la nulidad de sus actos, ya que su «renuncia no fue considerada por la Asamblea Legislativa como dispone el Art. 161 Num. 3 de la Constitución».

Explicó que «de haber sido aceptada, tampoco se cumplieron los procedimientos para una sucesión constitucional por lo que Áñez se autoproclamó ilegalmente».

«La Ley 651 del 20 de enero de 2015, me proclama como Presidente Constitucional hasta el 22 de enero de 2020. Esta norma no fue abrogada, anulada y menos declarada inconstitucional, por lo que cualquier acto del gobierno de facto de Áñez, Camacho y Mesa es ilegal», reiteró el mandatario. 

Fuente: Resumen Latinoamericano